Texto publicado en Jot Down en septiembre de 2011
“Lo tengo apuntado en mi Moleskine” es la típica frase que me repatea, te la suele decir gente que piensa que esos cuadernos tienen un halo de mítica que hace que lo que se apunta en ellos interese más que si lo han hecho en unos ya amarillentos folios del Pryca (ahora Carrefour). ¿Desde cuándo el continente (ahora Carrefour) tiene que ver en la calidad del contenido? ¿Por qué no pueden decir “lo tengo apuntado en mi libreta”?
Moleskine mantiene ese pedigrí repelente de superioridad que también tenía el iPhone antes de pasar de ser el sueño de toda cajera de supermercado a ser un teléfono para cajeras y canis. Lo que no cambia es que tanto aquellos early adopters que ahora babean con su iPad como los canis à la Neymar siguen diciendo “mi iPhone” en lugar de “mi teléfono”.
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