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Una nueva bobada: La Cocina Solar

Texto publicado en Antigourmet el 24 de junio de 2008

El pasado da 21 de junio se celebraron en Almera las extravagantes I Jornadas de Gastronomía Solar, lo que ya es absurdo, porque si se celebra el evento un único día es una jornada, no unas jornadas.

Bueno, el evento, organizado por la marca de aceite Castillo de Tabernas -cuya sección de noticias he revisado para informarme sobre las Jornadas, pero, parece que ocupados en organizar las Jornadas, la última noticia que tienen subida es de 2005- y por la Asociación de Cocineros y Reposteros Indalo, ha contado con una fantástica -con significado de ciencia ficción- exhibición de funcionamiento de cocinas solares, instalándose para ello cuatro cocinas solares de tipo parabólico, un horno solar por acumulación de calor y una antena parabólica reciclada en cocina. Y con eso van los tíos, los caraduras, y hacen con el calor del sol aperitivos, cocina salada y dulce, cocina de montaña, cocina de olla y repostera. He intentado buscar qué es cocina de montaña y no lo he averiguado. ¿Será asar marshmallows como hacen los yanquis en las pelis cuando van de excursión?

¿Qué subvención quieren y a quién se la quieren sacar con este invento tan chocarrero? El ínclito Sergi Arola, que va a donde tenga comida gratis a hablar de lo que le digan, participó en las Jornadas, diciendo, entre otras perlas, que ”la cocina solar se va a imponer, y mucho más rápido que lo que creemos”.

Va a ser superdivertido ver a la gente en el balcón con una parabólica de tres metros de diámetro, desde las 10 de la mañana, intentando freír un huevo y cocer unos garbanzos. Pero sí, triunfará, somos tan mentecatos que triunfará; los extorsionadores ecologistas lo lograrán.

(Imagen de Sergi Arola en acción sacada de El Catavinos)

¡Váyase, señor Arola!

Texto publicado en Antigourmet el 31 de marzo de 2008

Desde que añadió al escaparate de la Paninoteca D’E su nombre y apellidos no he vuelto a entrar en ese sitio -había ido un par de veces a desayunar- y sigo siempre diez pasos a una campestre y mimética cafetería de la esquina con Goya, donde se puede desayunar como una persona.

Y ahora resulta que leo que va a ser ”mensajero” de Madrid 2016, que deber ser algo así como ser embajador de la UNICEF, es decir, un puesto para cenar gratis un día a la semana con otros embajadores de la buena nueva. ¡Qué vergüenza! Es casi tan bochornoso como cuando el jefe de los payasos intent pontificar en la Documenta de Kassel, menos mal que entre algunas de las pocas mentes que quedan en este desierto le bajaron los humos. Los alcaldes deberían dedicarse exclusivamente a hacer túneles y dejar de crisparnos.

Entro en su página de red y sale un espantoso retrato suyo en la portada (el de arriba). Hace tiempo pasé por la puerta de su restaurante al lado de la Embajada de Italia y había 123469512398 paneles suyos en la puerta. Señor Arola, el tamaño del display no hace a su bar menos casposo que el Schotis (un bar de los de verdad con unos boquerones de campeonato) con esa incríeble y maravillosa foto del dueño del bar con el negro de Corrupción en Miami (entre otras muchas joyas). ¡¡Qué grande, Ricardo Tubbs!!

Imagen de Diario Sur.