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The New Raemon «La invasión de los ultracuerpos» (BCore, 08)

Texto publicado en PopMadrid el 26 de marzo de 2009

Seis canciones tiene el nuevo disco de The New Raemon, «La invasión de los ultracuerpos», maravilloso vinilo de 10″ nacido como continuación de uno de los mejores discos del año pasado «A propósito de Garfunkel». Como este, cuenta con el sofi sticado diseño de Martín Romero.

No sé si este nuevo minielepé está compuesto por descartes de «A propósito de Garfunkel». Al principio, en la cara A, da la impresión de que no, o de que si son descartes bien podían haber estado perfectamene en el disco de larga duración, porque tanto Sucedáneos como la versión de Nueva Vulcano, Mano izquierda, arrojan tanta o más frescura que las canciones anteriores -frescura en todas sus acepciones, caradura, moderadamente frío, recién hecho, sereno, no congelado, descansado o desendadado-, que siguen llenas de melancolía y acústica, y que también siguen acabando con Ramón gritando el estribillo «soy un sucedáneo», como ocurre en muchas otras canciones del grupo. Hasta la versión, con segundos sentidos de frases como «Pintan sus casas antes de las estas, yo no… pinto nada» cuadran a la perfección con la fi losofía de The New Raemon. Gran versión.

Pero el disco va más allá al darle la vuelta, descubriendo un The New Raemon mucho más oscuro y repensado, menos pop. Al apagar esa luz el grupo vegeta en Cumpleaños, preciosa salmodia de tristezas y heridas o en Tiembla Dublín, donde las Fotos del ayer reaparecen de nuevo como imagen recurrente en el rock. Acaba el disco con No fastidies, pequeña y divertida boutade en la que Ricky y Ramón hacen su Don Pepito y don José en clave adulta y cabaretera.

Esta doble cara del grupo da más ganas de conocer nuevas canciones, a ver si van por la pradera brillante por la que suelen ir, o siguen asomándose a nuevos abismos. De lo que no cabe duda es que un disco que contiene Sucedáneos, Mano izquierda y Tiembla Dublín merece todo el respeto del mundo.

The New Raemon en carne viva

Texto publicado en PopMadrid el 8 de noviembre de 2008

Ayer por la noche me pasé por el Moby Dick para ver a The New Raemon, a quien no había visto nunca en directo, ni en esta ni en ninguna otra de sus encarnaciones. Y me gustó mucho. Mucho su música y su actitud en el escenario, y mucho también que hubiera gran cantidad de gente en la sala.

Amenazaba lluvia y empezaba una peli de Bruce Willis en la tele, pero salí de casa, que para algo llevaba jueves y viernes yendo al trabajo en coche con ”A propsito de Garfunkel” a toda pastilla, cantando La Cafetera a grito pelado por la M-30 (Hablando de gritos pelados, no entiendo por qué la gente canta de forma tan desaforada en los conciertos, vale que te encante una canción y la canturrees mientras escuchas al cantante, pero tuve que cambiarme de sitio ya que tena detrás una pandillita insoportable que no me dejaba escuchar la fantástica voz de Ramón, totalmente oculta por los gritos de los colegas, que encima se equivocaban en las letras. Eso de gritar-cantar está muy bien para un concierto de La Casa Azul o de Alejandro Sanz, pero no de The New Raemon).

Empezaron con La Cafetera, genial, con protagonismo del piano -el pianista, único del grupo sin barba-, y tocaron prácticamente todo el disco, más tres canciones del nuevo EP que sale en unos días, ”La invasin de los ultracuerpos”, una de ellas una versión de Nueva Vulcano, Mano izquierda. Ramón canta de maravilla, qué buenas El Can Del Pescador y El Fin De La Resistencia, conteniéndose en los comienzos de las canciones para luego sacar la rabia cuando tiene que sacarla, y los coros del bajista también muy bien. Qué bien, qué maravilla. Hasta me gustó que durara solamente una hora y no se hiciera eterno.

Foto modificada de Oriol Farran tomada del MySpace de The New Raemon.

The New Raemon ”A propósito de Garfunkel” (BCore, 08)

Texto publicado en PopMadrid el 31 de julio de 2008

Ya solamente el subidón que te dan los primeros acordes y los primeros versos ”escribiendo en servilletas que tú tienes mucha jeta” de la primera canción, La cafetera, de ”A propósito de Garfunkel” valdría para colocar este disco entre lo mejor del año 2008. Pero el resto de la canción y el disco son igual de increíbles, encontrándose Ramón Rodríguez y sus The New Raemon en un estado de lucidez compositiva e interpretativa inigualable.

Todo el disco está lleno de un pesimismo sudista (de que se la suda que vaya mal todo) que relata como pocas veces el desencanto y el fin del amor, y está cantado con un humor y una sinceridad e impudicia pasmosa, en la línea de Vainica Doble, La Mode, Le Mans y Nixon. ¿Cuál es la mejor canción? La verdad es que es difícil decidirse por una, si La cafetera, preciosa en la claridad absoluta de su sonido; El fin de la resistencia, obra maestra en forma de canción, con deje de palmas y guitarras a lo Sr. Chinarro, aunque en realidad sean del gran Burruezo y su andalucismo barcelonés, en la que The New Raemon cuenta una rotura en un par de minutos; Fuera complejos, otro acto de la soap opera rock que es ”A propsito de Garfunkel”, donde Ramón se dobla la voz y dice cosas tan increíblemente demoledoras como ”aunque me vistas de negro, seguiré siendo de pueblo”, quizá ataque al ya aburrido y anticuado barcelonismo de camisa negra; o la espectacular El cau del pescador, donde en clave de country acústico, rinde un maravilloso homenaje a Charades y otros amigos, ”Las Charades van fumando, sus canciones son gigantes”.

El resto del disco, aunque es igual de bueno, como la salmodia Mil gracias o la preciosa canción de amor en un minuto Elanana, no alcanza la calidad de las canciones antes referidas, quizá con la excepción del final del disco, A propósito del asno, donde la estupenda voz de Ramón, en otros momentos del disco algo estridente, en la onda de la de Manolo de Astrud, se despide con la claridad vocal y literaria de todo el disco con un ”¡Si algo te pierdes, es esto!”

Lo que más molesta del disco es que el contenido es tan soberbio que deja como de lado al continente, tan bueno o más que las canciones. La edición de ”A propósito de Garfunkel” es la más bella que se va a realizar durante este año en España. El trabajo de Martín Romero, lleno de clase al interpretar cada canción, o esa literaria portada, a medio camino entre la belleza melancólica y mágica de Pierre Le-Tan y el humor alambicado de W. Heath Robinson, es inolvidable.

Si ”A propósito de Garfunkel” no está arriba en las encuestas de los mejores discos del año 2008 dará igual, porque sí que estará en las de los mejores discos del siglo XXI, que no veremos, ni falta que nos hace.