26Texto publicado en Antigourmet el 26 de mayo de 2009
Rastreando la red en busca de información del IV Foro de la Gastronomía Aragón 09, que se acaba de celebrar en Zaragoza ayer y hoy, he encontrado el blog Ir de tapas, en el que hoy se han publicado cinco artículos sobre lo que pasa en el foro. Vamos, mejor corresponsal imposible, ya que la página del foro es bastante raquítica en información. Poca información ha generado este interesante foro -una pena-, donde solamente Santi Santamaría parece que atrae a la gente. ¿Será sea todavía parte del boicot al cocinero, que nadie habla de los sitios a los que va?
Pero más allá de las provocaciones de Santamaría había vida en el IV Foro de la Gastronomía. Y la vida ayer la trajo Francisco García Olmedo con su provocadora ponencia El mito de los alimentos naturales, algo que hemos tocado aquí de vez en cuando, como en Le Pain Quotidien, la farsa cotidiana.
Olmedo trata de que veamos más alla del bombardeo sano, bio, natural, ecológico, orgánico, o como se le quiera llamar, y veamos que, como recoge Ir de Tapas, ”la agricultura ecológica es más agresiva con el medio ambiente que la convencional” o que ”los productos ecológicos no tienen más nutrientes ni sabor que los productos convencionales”.
El hombre ha moldeado los productos a su antojo, y lo ha hecho fenomenal, al igual que a nuestro planeta, con su fallos -Mar de Aral- y con sus triunfos -Holanda-. Realmente arte deshumanizado sería una marina realista, no el cubismo, que es mucho más humano que una imagen imitando la naturaleza. Y cuando veo un anuncio de que van a ”humanizar” una calle y le van a quitar el tráfico y poner dos árboles, realmente lo que están haciendo es deshumanizarla, ya que el cemento y un coche son mucho más humanos que un árbol. Algo como lo que dijo Ayn Rand en El manantial:
Yo daría la mejor puesta de sol del mundo a cambio de la vista del contorno de Nueva York en el horizonte. Particularmente cuando uno no puede ver los detalles, solamente las formas. Las formas y las ideas de donde surgieron. El cielo sobre Nueva York y la voluntad humana hecha visible.
Imagen de Directo al Paladar.