Texto publicado en SPEND IN en octubre de 2014
De entre los interesantes museos que alberga la ciudad de Glasgow quizá el Kelvingrove Art Gallery & Museum sea el mejor de todos, el que más atractivos posee. Rodeado en parte trasera por el río Kelvin que serpentea por el Kelvingrove Park, el edificio de ladrillo rojo del museo es imponente lo veas desde donde lo veas, y al revés que la mayoría de los museos del siglo veintiuno su interior, su colección, es también soberbia, destacando el que sea quizá el cuadro más famoso de Salvador Dalí, el Cristo de San Juan de la Cruz, pintado en 1951 y comprado por la ciudad de Glasgow en 1952. Pero estamos en Escocia, en Glasgow, por lo que realmente hay que ver en el museo son las salas dedicadas a Charles Rennie Mackintosh, máximo exponente del Arts and Crafts, nombre del modernismo británico, y del que hasta hace poquísimo se podía visitar en la ciudad una de sus obras maestras, la biblioteca de la Glasgow School of Arts, que lamentablemente ardió parcialmente este año 2014 y en estos momentos está cerrada al público mientras se estiman los daños de esta joya absoluta de la arquitectura y el diseño, una de las bibliotecas más bonitas del mundo. Porque quizá lo más interesante siempre de estos museos regionales es el poder descubrir cosas locales como Mackintosh, porque aunque el arquitecto escocés sea muy conocido, poder ver su obra in situ es algo inolvidable.
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