Texto publicado en PopMadrid el 5 junio de 2009
Como colofón al casi magistral «Tu hoguera está ardiendo» llega este «Por qué no me das tu dinero», donde solamente la primera canción, ese hit indiscutible llamado Nunca estás a la altura, estaba en el larga duración.
Cuatro canciones acompañan al ya clásico del indie, la que da título al disco, Por qué no me das tu dinero, que sige los mismos derroteros del disco, con unos coros masculinos que recitan una especie de castigo al millonetis, lejos de la lírica quema del chalé de la sierra de Landa y Garci. Buena canción que no se echa de menos en «Tu hoguera está ardiendo».
Te vas a enterar entra mejor, con su preciosa instrumentación como de juguete, donde vuelva a aparecer, con ligeros toques brasileños, la legendaria torpeza ante el amor de las heroínas de Le Mans u, hoy en día, de La Bien Querida. La mejor del disco.
Shell for the mourning es una versión de Oliver North Boy Choir, algo ruidista y electrónica, alejada en apariencia del resto de la obra de Klaus & Kinski, pero que con las escuchas encaja bastante bien en el disco. Teléfonos, ladridos y parapapás le dan valor.
Termina el disco con los siete minutos y medio de El mejor idilio, donde K &K llegan a donde las antes nombradas heroínas de Le Mans nunca llegaron, a la sumisión ante la fuerza bruta en una relación. El ambiente de misa de la canción no tapa la tensión que lleva dentro. «Cuántas cosas me has dicho sin pestañear, yo no puedo hacer más que tragar, pues podría ser peor».