Texto publicado en PopMadrid el 8 de septiembre de 2008
Tras el esperanzador inicio que supuso ”Canciones sobre traiciones y mentiras” vuelve ahora Xabel Vegas con ”El óxido”, nuevo disco en el que continúa el camino con más soltura y más aire en las canciones, y una instrumentación mucho más sólida, en donde el piano, cuando estira el cuello y se deja ver, destaca sobre los demás intrumentos.
”El óxido” es una suerte de narración epistolar en la que Vegas nos presenta, en nueve capítulos y en primera persona, como dice él mismo en la hoja de promo ”Historias que han sucedido en una tierra que fue de acero y que ha sido corroída por el tiempo, el viento, la lluvia y la humedad dejando un rastro de óxido por el que transitan personajes adorables y monstruosos”. Esa tierra -quizá ”país” es la palabra más repetida del disco- en las canciones puede ser el cuerpo, el amor, la familia, Asturias, España, Europa, Occidente o simplemente nada.
Algunas de esas nueve historias emocionan, como la seis, Encadenado, con Xabel solo al piano, dejando de lado al crooner tipo Scott Walker que abriga otras canciones para radicalizarse y orientarse hacia las interpretaciones más desoladas de Calamaro o, por qué no, hacia el Camarón más acancionado de Que he dejado de quererte o a Ray Heredia. Las otras dos canciones que marcan el disco seran la magnífica y desbordante Plan num. #3 #, personal e intransferible, que cierra el disco en los nueve minutos más intensos de los últimos meses, contando un asesinato o la recogida por parte del ángel de la muerte de una pobre alma. La tercera pata de este buen disco es Dulce sangrar, que sería la Buena chica del disco si lo juzgáramos en paralelo con el ”Continuará” de Los Secretos, obra de portada y contenido similar, incluso en su balanceo del country hacia la ranchera (la cita a la enésima obra maestra de José Alfredo La que se fue), aunque interpretada desde diferentes puntos de vista.
Aunque las otras seis canciones no desmerecen a las tres piezas clave del anterior párrafo, están a un nivel inferior, destacando entre todas, Enciéndeme con el humor cínico que recorre todo el disco en primer plano, la interesante salmodia Aída ”La Carbonera”, o las guitarras viradas al noise de Dios salve al Rey.
”El óxido”es un disco de rocanrol tocado por una banda que sabe lo que hace, algo que no es poco, con composiciones cada vez mejores y más ajustadas.