Archivo de la categoría: PopMadrid

Mirafiori y la ecuación del tiempo

Texto publicado en PopMadrid el 12 de enero de 2007

Me compré el otro día el disco de Mirafiori, «No podemos volver a casa». Lo estoy escuchando mientras escribo este comentario. No sé muy bien si escribir sobre las canciones del disco, si trazar una pequeña historia del grupo desde sus maquetas hasta hoy, si hablar del tipo de música que hace Mirafiori y oponerlo a sus coetáneos e influencias, si hablar de Nacho, de astronomía, de Fra Angélico o si acabar el comentario con este punto y aparte.

Sí que voy a decir que Nacho es amigo mío, aunque no nos veamos desde hace años; que El idioma de las flores es la versión actualizada de El eterno femenino, y que es bastante mejor; que La Anunciación de Fra Angélico es una de las obras de arte más bellas del arte occidental, es decir, del arte; que creo que el sonido ha ganado un montón con Guille; que sus continuas referencias al tiempo, tanto al atmosférico como al que hace que mi despertador me grite todos los días a las siete de la mañana, crean un ambiente opresivo a la vez que de espacios abiertos a lo largo de todo el disco; que la próxima vez que toquen en directo iré a verlos; que la última canción, Acto de constricción, es tan increíblemente arriesgada, moderna y provocadora que solamente por eso es la mejor canción del año; y que si no acabé el comentario en el anterior punto, lo acabo en éste.

Hombres G contra The Smiths

Texto publicado en PopMadrid el 6 de enero de 2007

Hombres G continuaron la obra de The Smiths. Intencionadamente o no, imagino que a sabiendas, dada su gran capacidad para copiar, Hombres G fueron los únicos seguidores en España de los de Manchester… En el diseño de las portadas de sus discos.

hombresg

Evidentemente los madrileños carecen en sus portadas -y, por supuesto, en el contenido- de la continuidad y el trabajo conceptual de The Smiths, alternando así algunas carátulas claramente dentro de la órbita de The Smiths, como la del single de «Te quiero» o las de los dos primeros elepés (en este caso incluso con el código de colores que luego tan bien han imitado Belle & Sebastian) con otras repugnantes, que estropean toda la posible uniformidad y coherencia del trabajo gráfico. Pero la influencia monocroma y cinéfila es evidente, además de la menor calidad.

smiths

Quizá en esa época solamente Jacobo Pérez-Enciso hizo con Esclarecidos algo parecido a lo que hicieron The Smiths. Ni Radio Futura, que daba bandazos, ni Dinarama, que sí que lo hacía, pero disco a disco, no a lo largo de varios, hicieron algún tipo de carrera gráfica.

Hasta que llegó Javier Aramburu, y con Le Mans, la buena vida y Los Planetas hizo lo mismo que diez años antes haba realizado de una manera inolvidable el grupo de Morrissey.

Tres vídeos de France Gall

Texto publicado en PopMadrid el 22 de noviembre de 2006

El otro día cacharreando por el omnipresente YouTube se me ocurrió repasar los vídeos que hay de la cantante ye-yé francesa France Gall, elijo los tres que más me gustaron de entre mis canciones favoritas, a ver qué os parecen.

Empiezo por Nous ne sommes pas des anges, de 1965, obra maestra de la elegancia de ese genio que componía las canciones más bonitas del mundo mientras se calzaba a las chicas más bonitas del mundo, Serge Gaingsbourg. Un plano secuencia, menos en la parte instrumental, del bello rostro de France, que comienza con ella atusándose el pelo. Único comentario posible, el de un pollo en YouTube: How cute!:

Avant la Gabarre, en la que la deliciosa señorita Gall baila y se mueve como una lagartija, vestida de existencialista y pegando una paliza a un hippie repulsivo que le saca dos cabezas y que seguro se lo tena bien merecido:

La mítica Les Sucettes, también del gran Gainsbourg, en un vdeo superporno, digno de Ozores, grandioso, descacharrante:

Próximo repaso videográfico: La divina Françoise Hardy, de la que acabo de ver un vídeo con Jacques Dutronc increíble.

Fervor de La Guindalera

Texto publicado en PopMadrid el 1 de noviembre de 2006

La Guindalera es el pequeño barrio dentro del Distrito de Salamanca de Madrid donde están las oficinas de PopMadrid. Lo roquero en La Guindalera tiene varios puntos clave -tampoco es que sea Malasaña, que quede claro-. Empezando por lo desaparecido, lo más importante serían la históricas oficinas de DRO en Francisco Remiro y casi puerta con puerta, las oficinas de La Luna de Madrid, mítica revista de La Movida. En el solar que ahora ocupa la Iglesia de San Bonifacio estaban los Jardines Virginia con baile en los años 50 y 60, en los 80 había un local dentro del Colegio Menesiano llamado El Antro, donde los Hombres G reinaban (o los heavies Simulacro, grupo de mi hermano Rafa), y de los que quedan sus intrumentos colgados en el Rowland, pub cercano y activo con una selección musical excelente. También está el Barracudas sustituyendo al desaparecido Tryffus con mucho punk-rock (por lo menos la última vez que fui), y el muy powerpopero Any Trouble sobre el antiguo Guaca. Por Cartagena estaba el MadridSaurus, y muy cerca está Ritmo y Compás como sala polivalente (había otras salas de ensayo en Eraso donde ensayaba mi hermano Carlos sus versiones de Matthew Sweet). También está muy cerquita Eurosonic, el estudio de música, y la tienda de instrumentos ArdeMadrid, y DiscoBarsa tenía sus oficinas en Ardemans. El bailarín Antonio, icono pop, tuvo su estudio en la calle Coslada, estudio que sigue llamado ahora Scaena.

Pero lo más extraordinario de todo es lo que hay justo cruzando sus fronteras:

  • Norte: Cruzando la Avenida de América, el Rock-Ola, con el Marquee en sus bajos, donde tocó toda la Nueva Ola. El Wild Thing está bajando la calle. También un sitio del que no recuerdo el nombre, donde vi hace años a The Volatiles en directo.
  • Este: Cruzando la M-30, cerca de donde apareció Dinero, el Canci, genialmente recordado por popkid en estas páginas, sala donde sonó lo más duro de Madrid durante años.
  • Sur: Cruzando la calle de Alcalá, en la calle Fundadores, el Club Mónaco, donde además de todos los grupos pop españoles de los 60, tocaron The Animals en 1965 en un histórico concierto del que parece que no queda rastro. A 200 metros del Club Mónaco, y con Torrebruno de telonero, The Beatles dieron su famoso concierto de Madrid. El local del Club Mónaco años después fue la Sala Universal, tras haber cerrado la que estaba en la plaza de Manuel Becerra, y de la que ahora solamente queda en pie su fantástica fachada racionalista. (Gracias a Pedro por el dato del Club Mónaco).
  • Oeste: Cruzando Francisco Silvela la Sala Jácara, de la que aún queda un cartel en la calle General Pardiñas, donde todos los que sobrevivieron al Rock-Ola tocaron en los años 90, donde se despidió Nacha Pop.

Si uno traza una lnea Rock-Ola-Club Mónaco y otra Canci-Jácara, el punto de unión de estas dos líneas son las oficinas de PopMadrid en la calle Méjico, calle donde había en los 60 una tienda de discos, y donde quizá mi padre compró alguno de sus discos de Gardel.

Visiones de La Movida: Pérez-Mínguez y García-Alix

Texto publicado en PopMadrid el 5 de octubre de 2006

Pablo Pérez-Mínguez. Mi Movida madrileña. Fotografías 1979-1985

Ya casi concluida -acaba este domingo 8 de octubre-, la exposición «Mi Movida madrileña. Fotografías 1979-1985», del fotógrafo Pablo Pérez-Mínguez es un reflejo total de una de las vertientes, la lúdica, de La Movida Madrileña. Organizada por el Museo Municipal de Arte Contemporáneo de Madrid, la muestra se compone de fotos, carteles, algún cuadro, y unos cuantos afiches (ahora se dice fliers) de conciertos de la época.

Las fotografas de PPM tienen tres decorados principales, el estudio del autor en Monte Esquinza, la mítica casa de Costus en la Calle de la Palma y el no menos mítico Rock-Ola. Con mucho color, mucho maquillaje y mucho sudor, por las instantáneas se pasea omnipresente Fabio McNamara rodeado por Zombies, Pegamoides, Radios Futuras y multitud de pintores, artistas, artistillas y demás hierbas, todos vestidos de esa manera que resulta imposible imitar en la actualidad.

La exposición, muy bien puesta, cuenta además con decoración musical a cargo de toda la tropa retratada en las fotos.

Alberto García-Alix. No me sigas… estoy perdido 1976/1986

En cambio con esta otra exposición todavía tenemos hasta el 26 de noviembre para disfrutar y sufrir las fotografas en blanco y negro de Alberto García-Alix, en la Fundación Canal. La exposición se llama «No me sigas… estoy perdido 1976/1986», que es el texto de un tatuaje que tiene Alberto en un brazo y que pone Don’t follow me… I’m lost. Todo muy róquer.

Si la de PPM era la fiesta total de los 80, hoy tocaba la parte de atrás, donde como dice él en un texto escrito en uno de los muros de la sala de exposiciones casi todos los amigos fotografiados ya no están por aquí. La mayoría son retratos, de una o dos personas, casi siempre con una pared pegada detrás, ya sea la puerta de un garaje o una pared con carteles, lo que da a las fotos un aire todava más cercano y claustrofóbico para que no te entretengas en perspectivas o paisajes y veas a los ojos al róquer retratado, puesto o a punto de ponerse.

Además de las cien copias nuevas en grande, y de un par de diaporamas donde la espectacular voz de Garca-Alix te cuenta su vida, hay una pared, lo más emocionante de la exposición, con copias originales con sus marcos, fotos muchas rotas y pegadas con celo, manchadas o arrugadas de gente que durante un tiempo fue mejor no ver, pero que Alberto (las fotos son de su archivo y de David Krahe, muchas veces retratado de niño), ya curado de todo, muestra (creo) por primera vez.

Dos exposiciones que nadie debería perderse.

Parade: Todas las estrellas

Texto publicado en PopMadrid el 26 de septiembre de 2006

Parade saca nuevo disco, «Todas las estrellas». El centro de toda la música moderna y popular está en Yecla, desde donde Parade, gracias a la electricidad con la que graba sus canciones, salva al mundo de su destrucción, y a nosotros de la mediocridad. ¡Klaatu barada nikto! Doce canciones, de las que cuatro (Determinista, Flora Rostrobruno, Miskatonic Universidad, Todas las estrellas) se pueden oir en la página de su disquera, la modélica Spicnic. Los temas de las canciones (Dios mío, casi digo ”la temática”) están contados por el mismo Parade en su blog, Sé positivo, acepta el silicio.

La belleza de las canciones de Parade, desde la ramoniana (de los Ramones y de Gómez de la Serna) Niño Zombi a la vainiquera Serpentina, desde Construye a tus amigos (alambre y hueso) hasta su obra maestra Consecuencias de un mal uso de la electricidad, hace de Antonio Galvañ uno de los compositores más lúcidos y alucinados de la música actual. Su anterior disco, «Inteligencia Artificial», me defraudó un poco, ya quizá demasiado italiano, pero me da igual (todavía) y correré a por este disco, a por todas las estrellas.

Un directo de Raphael en 2006

Texto publicado en PopMadrid el 19 de septiembre de 2006

Ayer fui a ver un concierto de Raphael. Se presenta durante toda esta semana en Madrid, en el Teatro Gran Vía, y están agotadas las entradas hace unos días. El show, que luego gira por toda España, y que se llama «Cerca de ti», consiste en Raphael que interpreta su inmenso -por extenso e intenso- repertorio solamente acompañado por el pianista Juan Coacci, un par de sillas para que Raphael se lo pase bien haciendo el tonto, y un clásico fondo negro.

Realmente con un público tan entregado es difícil fallar, es un poco como un concierto de La Casa Azul, todo el mundo se sabe las canciones y da igual lo que haga el cantante, todo lo que haga está bien. Es la segunda vez que le veo y está como nunca, interpreta de una manera tan soberbia las canciones, de una manera tan grimosa y efectiva, que te pone los pelos de punta.

Yo, que soy seguidor de su época ye-yé (qué cabrón, no tocó Hablemos del amor), en la que fue el Dios único y verdadero, iba más por su soberbio repertorio de aquella época, entre las que tocó: Cuando tú no estás, Desde aquel día, Digan lo que digan, Los hombres lloran también, Yo soy aquél, y alguna más, pero la verdad es que en los ochenta tiene también un repertorio brutal, con nada más y nada menos que Como yo te amo, En carne viva, Para volver a volver, Qué sabe nadie, o Qué tal te va sin mí. Es que tocó el tío más de 35 canciones, tres horas. ¿Qué le pasó en los setenta?

Con Manuel Alejandro de compositor todo es más sencillo. No sé cuántas standing ovations se llevó, pero más de diez.

Qué más me da si se imita a sí mismo, es el único artista español comparable a gente clásica como Edith Piaf, Judy Garland o Frank Sinatra. Sí, a veces parece El Puma (qué bochornosa ayer su interpretación de Maravilloso corazón maravilloso), pero es que hay muchos momentos en que parece el mismísimo Scott Walker 1234, y eso es mucho. Volveré a verle cuando vuelva (y muchas gracias a Manuela por conseguirme la entrada). Fotografías tomadas de la página fanmusicfest.

El Rey canta en Madrid, viva el Rey.

The Lucksmiths: Music to Hold Hands to

Texto publicado en PopMadrid el 9 de septiembre de 2006

Ayer viernes fui a ver a The Lucksmiths al Barbarella Club, y me lo pasé en grande. El concierto ya lo ha comentado el cofrade ficusín -este hombre cambia más de nombre que la gran Tamara/Ámbar/Yurena– nada más y nada menos que a las 3 de la mañana, a las dos horas de acabado el concierto. Estoy de acuerdo en todo con él.

De la puesta en escena me sorprendió ver al cantante tocar la batería de pie en primera fila, algo casi tan raro como ver a un cantaor de pie, pero bueno, fue muy divertido verle tocar, cantar, bailar y soplar la armónica todo a la vez, y no lo hizo nada mal. Solamente le faltó freir un huevo, que con el infernal calor que hacía en la sala no hubiera sido nada difícil.

De los dos discos que tengo de estos australianos, «A good kind of nervous» del 97 y «Why that doesn’t surprise me» de 2001, tocaron pocas canciones, qué pena. La mayoría imagino que eran del nuevo disco, «Warmer corners», que no he oído, y que en directo me parecieron muy conseguidas, muy buenas canciones, en ese terreno que les lleva de Teenage Fanclub a Belle & Sebastian, resultando una especie de Violent Femmes playeros.

Como dice ficusín, estuvieron impresionantes, inconmensurables, buenos, bonitos, baratos y maduros. Vamos, unas joyas de chavales, ¡¡si hasta diseñan sus propias camisetas!!, según me contó la charming petitcomite casi al final del concierto.

Eso, que nadie se los pierda en Valencia o en Barcelona.

La foto está cogida de la página Underexposed, a la espera de que alguno de los muchos fotógrafos que había en la sala envíen sus fotos a la redacción de PopMadrid.

Domingo y los Cítricos: Opera Omnia

Texto publicado en PopMadrid el 6 de septiembre de 2006

De las 36 entradas que hay en Google sobre Domingo y los Cítricos, en unas 15 sus discos están a la venta, y el resto son citas tangenciales al grupo, que si lo nombra Nacho Vegas en una entrevista, que si un bloguer argentino lo nombra en un listado, todo así. El otro día los nombraba Jomi en el post de ficus sobre la Discografía personal del pop español.

Fue uno de mis grupos favoritos de los finales 80, y un silencio tan absoluto en la red no deja de sorprenderme.

Llevo varios días oyéndolos gracias a un recopilatorio artesanal y espectacular de sus obras completas que me llegó de rebote, gracias a la pésima labor de Correos, y, por supuesto, a la gran labor del autor de la recopilación, a quien doy gracias infinitas.

Escuchar de nuevo Nena, no hay nada mejor, Cuando mi peine llora, Como a una hélice, Dos corazones trabajan o la magnífica versión del I want you de Dylan llamada Te quiero (mejor versión en español de Dylan con la de No es para ti del Grupo 15, como ya dije en otro lado) es un verdadero lujo. Por qué están desaparecidos, como Las Ruedas o Dogo y los Mercenarios, quizá porque durante los noventa todo lo que olía a rocanrol causaba repelús, cosa que gracias a Dios va pasando gracias a gente como Quique González.

Creo que se merecían algo mejor, la voz de Domingo, la más cañí del pop español, era realmente estupenda, y creo que como compositor y letrista (¿Fue Lorca del Dúo Dinámico?, ¿venda los singles bien?, con sus pupilas extrañas, los tiempos… Qué poco cambian) no estaba por debajo de muchos que, habiendo hecho mucho menos, están reeditados en formato compacto. De nuevo, gracias por el disco, me hace esbozar una tenue sonrisa cada vez que lo pongo, y eso es mucho.

El último dato que tengo de Domingo es que en los GG Estudios de Madrid graba y edita los sonidos de la página portu.tv, sitio de uno de los componentes de Modestia Aparte.

Discografía de Domingo y los Cítricos:

  • Domingo y los Cítricos, 1987. Toc Toc Records.
  • Llorando por una sombra, 1988. La Fábrica Magnética.
  • Recién levantao, 1989. La Fábrica Magnética.
  • Buen provecho, 1994. Fonomusic.

Imagen de La Fonoteca.

Pop en fiestas de pueblo: Airbag

Texto publicado en PopMadrid el 15 de agosto de 2006

El otro día fui a ver a Airbag en un minifestival organizado por la Asociación Cultural Xieiro en la localidad pontevedresa de La Guardia, el festival era durante la semana de fiestas dedicadas a Santa Tecla, y se celebró en la cantera de Santa Catalina, justo debajo del barrio de San Cayetano, para que luego traten de laicificarnos.

El cartel, interesante: Chámalle X, Airbag y Suzy y los Quattro.

Solamente vi a Airbag, espectaculares, un poco estridentes al principio pero según fue pasando el concierto mejores, mucho mejores. Acabaron con ese clásico del que ya habló Luis: Marta no es una punk. Me lo pasé en grande.

El precio, 1 euro, casi un precio preconstitucional, me hizo creer que se iba a llenar el concierto, pero no, resulta que no dejaban pasar con bebidas, lo que me parece perfecto ya que había chiringuito dentro, pero no les pareció tan bien a los chavalitos, que se habían dejado todo lo que les quedaba -tras comprar porros, imagino- en botellas. Así que mientras yo cenaba en una terraza les veía pasar con las bolsas del Froiz llenas de botellas hacia el concierto, y luego les veía volver a muchos sin saber la razón, que yo pensaba que era el abusivo precio de la entrada, pero era un tema de bebida.

En el concierto, de público: los 20 roqueros del pueblo, los 20 enterados de música del pueblo y los 20 turistas enterados, más otros 20 despistados y otros 20 de los grupos y organización. Fuera, en la puerta, donde se oía perfectamente pero no se vea nada, unas 250 personas haciendo botelln mirando la negrura del mar y la luna roja por el humo de los incendios

¿Mereció la pena que los organizadores se lo curraran tanto para luego sufrir esa rebelión botellonera? ¿Merece la pena programar algo que no sea verbenero en unas fiestas de un pueblo? Creo que merece la pena, aunque casi siempre el resultado es muy ingrato, y la verbena gana. Hace mucho tiempo, en el mismo pueblo, hicieron otra prueba, mucho más descabellada que el punk-pop de Airbag, que fue la de traer a tocar a Esclarecidos, a los que fui a ver emocionado ya que era la primera vez que los veía y era (es) de mis grupos favoritos. El público arruinó el concierto gritando ”marcha, más marcha” tras un perfecto Por amor al comercio.

Y el viernes que viene, en otro extraño minifestival, tocan Sex Museum con un montón de grupos, para mí, desconocidos. A ver qué pasa.