Texto publicado en PopMadrid el 19 de septiembre de 2006
Ayer fui a ver un concierto de Raphael. Se presenta durante toda esta semana en Madrid, en el Teatro Gran Vía, y están agotadas las entradas hace unos días. El show, que luego gira por toda España, y que se llama «Cerca de ti», consiste en Raphael que interpreta su inmenso -por extenso e intenso- repertorio solamente acompañado por el pianista Juan Coacci, un par de sillas para que Raphael se lo pase bien haciendo el tonto, y un clásico fondo negro.
Realmente con un público tan entregado es difícil fallar, es un poco como un concierto de La Casa Azul, todo el mundo se sabe las canciones y da igual lo que haga el cantante, todo lo que haga está bien. Es la segunda vez que le veo y está como nunca, interpreta de una manera tan soberbia las canciones, de una manera tan grimosa y efectiva, que te pone los pelos de punta.
Yo, que soy seguidor de su época ye-yé (qué cabrón, no tocó Hablemos del amor), en la que fue el Dios único y verdadero, iba más por su soberbio repertorio de aquella época, entre las que tocó: Cuando tú no estás, Desde aquel día, Digan lo que digan, Los hombres lloran también, Yo soy aquél, y alguna más, pero la verdad es que en los ochenta tiene también un repertorio brutal, con nada más y nada menos que Como yo te amo, En carne viva, Para volver a volver, Qué sabe nadie, o Qué tal te va sin mí. Es que tocó el tío más de 35 canciones, tres horas. ¿Qué le pasó en los setenta?
Con Manuel Alejandro de compositor todo es más sencillo. No sé cuántas standing ovations se llevó, pero más de diez.
Qué más me da si se imita a sí mismo, es el único artista español comparable a gente clásica como Edith Piaf, Judy Garland o Frank Sinatra. Sí, a veces parece El Puma (qué bochornosa ayer su interpretación de Maravilloso corazón maravilloso), pero es que hay muchos momentos en que parece el mismísimo Scott Walker 1234, y eso es mucho. Volveré a verle cuando vuelva (y muchas gracias a Manuela por conseguirme la entrada). Fotografías tomadas de la página fanmusicfest.
El Rey canta en Madrid, viva el Rey.