Archivo de la categoría: PopMadrid

Un San Valentín de Espanto

Texto publicado en PopMadrid el 14 de febrero de 2009

Aquí estoy celebrando solo San Valentín en mi casa, tras irme a andar por la mañana por la Sierra y asistir de casualidad a un concierto de música de cámara a cargo de unos niños de ocho años vestidos de paje en el Monasterio de San Antonio en La Cabrera, y curado todo eso con una siesta mientras estaba la clásica peli de Antena 3 puesta para nadie y la lectura al despertar de un poco de las «Memorias de un hombre de acción», encaro este post mientras suena Seems So Long Ago, Nancy en mi tocadiscos.

Cansado me pongo a internetear un poco, y me llega una felicitación de San Valentín de los amigos de Birra y Perdiz, anunciando la descarga gratuita de la gran A ver si nos vemos, en una remezcla hecha por Contactados Factoría Musical, remezcla de baile que recrea la canción encorsetándola un poco y borrando el barniz sentimental y diy de la original de Espanto.

Se puede descargar aquí.

Además anuncian un concierto de Kokoshca en Pamplona y una performance de Giorgio Bassmatti en Guernica, donde «representará» a su bola el clásico «Loveless» de My Bloody Valentine.

¿Qué queda de día? Acabar una lamentable reseña de Cat Power, ver a ratos un par de los partidos del día mientras ojeo el número que me llegó el otro día de Arte y Parte y ya en pijama un par de episodios sueltos de Perdidos.

El canto del loco, por fin una canción

Texto publicado en PopMadrid el 12 de febrero de 2009

El canto del loco son pésimos pero no deberían serlo; a veces, cuando buscan melodías, parece que quieren salir de su cárcel de rock adolescente pretendidamente provocador y dar aire fresco a sus canciones. Ya lo hicieron con la más que decente Insoportable, con la preciosa Olivia Molina en el vídeo (Dani Martín, al igual que Coque Malla, no es tan tonto como parece), que no encuentro insertable en YouTube con la puta manía de deshabilitar la inserción que tienen los grupos de multinacionales.

Ahora se descuelgan con Peter Pan, una canción bastante bonita, y en cuyo vídeo, rodado en Londres, milagrosamente, Dani Martín no pone sus asquerosas muecas. Sí, la voz es bastante insufrible y todavía les faltan (y ya llevan tropecientos discos) miles de hervores para poder llegarle a la suela de los zapatos a La Granja, pero la canción tiene trozos que están bastante bien (y sería mucho mejor cantada por Guillermo Porcel). Este sí lo he encontrado para insertar, aunque me temo que no durará muchos días. Ahí va:

Segundo premio. Sección femenina

Texto publicado en PopMadrid el 5 de febrero de 2009

Hace poco, al escuchar la teatral y mediocre versión que ha hecho Lonely Joe del clásico de Los Planetas Segundo premio, he recordado una versión que escuché hace años en una noche zaragozana de viento y bellas mujeres, en el decimonoveno bar en el que me metía. Le
pedí a una amiga que me la consiguiera, y el otro día por mi cumpleaños me la ha regalado.

El grupo que la hace se llamaba Tears, no tengo más datos, solamente que canta una chica y que el grupo lo integraban ella y dos alumnos de la escuela de música de Barcelona. Creo que no editaron nada, y no encuentro nada en internet.

La versión, mucho mejor que la de Lonely Joe, voz, guitarra y trompeta, arrastra la canción hacia terrenos bluseros, como una especie de Lidia Damunt a la que no le hubiera picado la serpiente de cascabel. Toda la rabia que desprendía la original, cantada por J de manera prodigiosa, está suavizada un poco por la cantante, virando el color del negro odioso y vengativo de Los Planetas al magenta melancólico de Tears.

Aquí puede escucharla quien quiera (sin permiso de nadie, así que si Tears piden que la retire, gustosamente lo haré) y opinar.

Gainsbourg en el museo

Texto publicado en PopMadrid el 30 de enero de 2009

El otro día en París me pasé por la nevada Cité de la musique para ver la antológica de Gainsbourg, que se puede ver hasta el día 15 de marzo. Muchos recuerdos del genio francés, siguiendo el hilo de su vida, con columnas llenas de fotos, y pantallas en esas columnas en las que se podían escuchar si te acercabas canciones, entrevistas, o ensayos del gran Serge. Mucha gente y muchos abrigos. Magnífica exposición. Maravillosa otra sala redonda tapizada de negro con todos los singles editados por Serge en la pared, había por lo menos 500 discos. Al salir nos fuimos al estanque congelado del parque que rodea al museo a tirar bolas de nieve, bolas que resbalaban como en un campo de curling hasta el otro extremo del estanque. Era imposible sacar a mi sobrino de tres años de ahí.

¿Se imagina alguien un museo aquí en España en el que se hiciera una exposición sobre Serrat, Los Brincos, Mocedades, o RadioFutura? ¿Para cuándo una macroexposición de Mecano? Es imposible imaginárselo. Imposible.

Hay un Museu de la Música del ayuntamiento de Barcelona pero es más de música clásica, está el Museo Interactivo de la Música de Málaga, que es lo que más se podría acercar al museo parisino, aunque esté a años luz. ¿Será algo así lo que están haciendo en el enésimo proyecto para recuperar la fantástica Fábrica de Tabacos en Lavapiés? Creo que no, es el Centro Nacional del Artes Visuales (CNAV), no musicales. Y para 2012. No tenemos solución.

Espanto «Ísimos» (Birra y Perdiz, 08)

Texto publicado en PopMadrid el 30 de enero de 2009

Solamente ocho canciones nos regalan Espanto en su segundo disco, «Ísimos», ocho canciones que si soplas desaparecen, se deshilachan, pero esa fragilidad no es problema ya que nadie
sopla, todo el que escucha este disco aguanta la respiración, estupefacto ante la sorpresa continua que provocan las canciones.

«Ísimos», que casi se llama como una de las obras maestras de Ramón, «Ismos», tiene mucho de ese humor medio negro medio blanco pero siempre deslumbrante del grafómano madrileño, fijándose en las cosas más pequeñas desde las perspectivas más insólitas. Canciones como La cotilla, con geniales imágenes más que de perdiz de codorniz, o ese hit demoledor que es El último día de las vacaciones, tan cruel como romántico, la mejor canción del disco, un clásico para toda la vida, una canción que vale por todo un disco. «El último día de las vacaciones nos dimos un beso en condiciones, y dos pulseritas con nuestros nombres que habías ganado en los coches de choque».

Guitarras acústicas, raquíticas, pianos de juguete, órganos subacuáticos, coros apagados, y la estupenda voz de Teresa que narra con descaro y ternura historias tan cercanas como A ver si nos vemos, sobre un encuentro entre dos amigos que no se ven hace tiempo, algo que todos vivimos cada día pero nadie había cantado. «Que si te has casado, que si tienes hijos». El horrible mundo Facebook.

Si desde hace diez años todos los grupos españoles suenan a Vainica Doble, Espanto no podían ser menos, y no sólo eso, si no que son los que mejor han entendido a aquellas dos geniales señoras, bordando un disco que no puede ser más bonito, y del que solamente esperamos que los señores, los héroes de Birra y Perdiz pongan sus computadoras a tostar sin parar cederrones de «Ísimos». Sería una pena que un disco tan brillante no pudiera encontrarse fácilmente.

«El último día de las vacaciones, la puta maleta no cabe en el coche».

Los Negativos y los Ojos de Ambite

Texto publicado en PopMadrid el 24 de enero de 2009

Me resisto a pensar en el concierto de ayer como de un fracaso, y he retirado de la pared «FH1» e «Hipnosis» para colgar en mis marcos de lp los dos discos de Los Negativos, intentando convencerme de que hubo alguna razón para que solamente tocaran Bagdad de «18º Sábado Amarillo» -que siempre me gustó más que «Piknik Caleidoscópico»- y para que el concierto se cortara de forma tan abrupta.

Y hoy por la mañana, bajo el vendaval, he ido a preguntar al oráculo del Monumento a los Ojos de Ambite, máximo monumento psicodélico del mundo, por qué el concierto parecía improvisado, y por qué cuando acabó perdí a dos amigos al darme la vuelta a dejar mi cerveza en el suelo.No encontré el Ojo ye-yé de los Ojos de Ambite, se ha debido caer o los vándalos idiotas lo han arrancado, pero sí que estaba el Ojo sicodélico (y también el Ojo de Massiel y el Ojo de Raphael), que no me dijo por qué se me puso la piel de gallina al oír encadenadas Cigarras Panameñas y Bagdad, pero sí que me dijo que todo esto me pasaba por ir a un concierto de esos de reuniones de los que tanto reniego, y que otra vez mejor me vaya a Ávila a ver la puesta de sol para evitar absurdas tentaciones.

La La Love You «Umm… Qué rico!» (Familia musical/Factoría Autor, 08)

Texto publicado en PopMadrid el 21 de enero de 2009

Tres años han tardado desde su fundación La La Love You en regalarnos su primer disco, este «Umm… Qué rico!», doce canciones que recorren los trilladísimos campos del punk-pop,
terreno en el que es muy difícil asomar la cabeza y ser visible para que los pájaros te vean y se lancen a por ti. La La Love You lo consiguen con brillantez en alguno de los temas de este su debut.

Uno va escuchando el disco desde el comienzo, esboza sonrisas en muchas de ellas -el humor es un rasgo común en casi todos los grupos que practican el punk-pop- y disfruta con algunos hallazgos en las letras y con algunos coros y melodías, pero cuando llega la octava canción, Miriam Díaz Aroca, todo el nivel del disco se ve afectado por esta chef-d’œuvre tan impactante, resulta que las otras canciones no eran tan buenas, porque sabe hacer joyas como esta. El uso de elementos de la cultura pop en las letras de las canciones es también inevitable en el punk-pop, donde casi siempre se recurre al cine de terror o a los tebeos -de esto no escapan ni maestros como Airbag-, por eso le alegra a uno la vida encontrarse, en vez de al ubicuo y plasta de Freddy Kruger, a Miriam Díaz Aroca o a Hombres G, como en la
ramoniana Cocodrilo «Intercambiar los cromos de los Hombres G, hacer aquello que quedó por hacer».

Letras de desamor, cobardía juvenil que desemboca en frustración, como en la gran Sabesquetequiero o en la humillante -para el protagonista- Palomitas para dos, que toma bastante de Airbag, o el bubblegum de Tu lista, que por el nombre uno liga con Ellos, pueblan todo el disco. Un disco en el que estupendos estribillos –Mariposas– se alternan con baladas acústico-cósmicas –Mi chica sideral-, que pudiendo llevarte hacia los geniales chapoteos surrealistas de Meteoro te acercan peligrosamente a El canto del loco vía Hombres G.

«Umm… Qué rico!», con sus faltas de ortografía hasta en el título, muestra a unos La La Love You efectivos y endebles -algo que en ciertos grupos es un elogio-, con una única canción inolvidable y otras once en donde se mezclan todos los palos del rock rápido, unas veces con acierto y otras no acertando en la diana, pero siempre entreteniendo, algo que con los truños infumables que nos amenazan todos los días, es un gran mérito.

Espanto – Damunt – Crepúsculo

Texto publicado en PopMadrid el 17 de enero de 2009

Creo que lo más sorprendente del concierto de Espanto, Lidia Damunt y Joe Crepúsculo ayer por la noche en Ochoymedio fue la cantidad de gente que había. ¿Tanto poder tiene el Rockdelux para atraer a la gente o realmente hay una escena underground que ahora de repente y asiste a un concierto de este trío de grupos tan off-off-Broadway?

Empezaron Espanto, con una actuación de menos de media hora. De los tres es el grupo con mejores canciones -con diferencia-, algo que hace que se aguante sin pestañear a una cantante bastante hierática -algo que es un elemento común en el indie hispano- y a un guitarrista sentado. Solamente con eso y con los ruiditos que hace con un aparatejo la cantante, Espanto construyen una actuación íntima y emocionante. Quedan ganas de verlos en un sitio más acogedor.

Siguió Lidia Damunt, a la que unos problemas con el sonido de su guitarra al principio hizo que el concierto fuera más rabioso si cabe. No se entendía casi nada de lo que cantaba, pero algunas canciones de su rocabili murciano fueron impresionantes, aunque todas seguidas las descubría poco variadas, y más con una instrumentación tan seca. No se me quita de la cabeza la imagen de Lidia yendo del camerino al escenario con una pandereta en el tobillo.

Y acabaron las estrellas, Joe Crepúsculo, con un escenario lleno de cables, como debe ser. La gente coreaba algunos de sus inmediatos himnos de minuto y medio, cantados y tocados de cualquier manera -esa es una de las gracias- resultando el concierto una mezcla de uno de La Casa Azul y otro de Hidrogenesse. Pero las canciones -algunas muy buenas- aguantan muy bien su pase al directo, y ellos son lo bastante rockstars como para mirar a su público a la cara y hacerles reír con un par de chorradas.

Les 50 meilleurs disques de 2008

Texto publicado en PopMadrid el 12 de enero de 2009

Me compré este sábado en París el número especial resumen 2008 de Les Inrockuptibles, con un listado de lo mejor del año que sigue más o menos por los caminos del resto de listados que he visto, mucho Fleet Foxes, Vampire Weekend o Bon Iver, pero que trae las novedades de
algún disco francés y alguna sorpresa como el disco de Scarlett Johansson o el de Liam Finn.

Copio el listado de los 50 mejores discos y las entradillas de los diez primeros:

  1. MGMT «Oracular Spectacular». Par la grâce d’une pluie de tubes, les New-Yorkais offrent chansons à tiroirs et refrains étoilés. Une inclassable fête païenne.
  2. Fleet Foxes «Fleet Foxes». Barbes fournies et chemises à carreaux: les Fleet Foxes ont tout du groupe de Seattle. Mais par leur musique, suite d’harmonies célestes qui ne touchent pas terre. Décollage immédiat.
  3. Vampire Weekend «Vampire Weekend». Découverts sur les blogs américains l’année dernière, les aventuriers de VampireWeekend signent un premiere album éclatant, où des mélodies évidentes télescopent des sonorités africaines.
  4. Santogold «Santogold». Punk, dub, electro, hip-hop, new wave: en refusant les hiérarchies entre les musiques, cette forte tête de Brooklyn transforme tout ce qu’elle touche en une pop unique et fascinante.
  5. The Last Shadow Puppets «The Age of the Understanding». Alex Turner s’échappe un temps des Arctic Monkeys et coécrit avec Miles Kane, chanteur des Rascals, un «Age de la litote» épique et bien dans son époque.
  6. Kanye West «Bobs & Heartbreak». Le quatrième album du producteur et rappeur de Chicago est une oeuvre majeure qui se ressource dans la pop synthétique des 80’s pour mieux révolutionner les années 2000.
  7. Portishead «Third». Après dix ans de silence radio, Portishead émet à noveau. Le group culte de Bristol livre une oeuvre brute, naviguant désormais sur des eaux tempétueuses qui l’éloignent de son passé.
  8. TV on the Radio «Dear Science». Avec un troisième album groovy et expérimental, TV on the Radio, force majeure du rock contemporain, prend des années d’avance sus la concurrence. Une folle cavalcade à la fougue sidérante.
  9. Sébastien Tellier «Sexuality». Avec «Sexuality», Sébastien Tellier a construit une odyssée moite, succession de saynètes à la beauté louche.
  10. Bon Iver «For Emma, forever ago». Un bonheur de folk intimiste, par Bon Iver, hobo du Wisconsin qui tutoie les anges dans sa cabane en rondins.
  11. Alain Bahsung «Bleu pétrole».
  12. Camille «Music hole».
  13. Black Kids «Partie Traumatic».
  14. Late of the Pier «Fantasy Black Channel».
  15. Get Well Soon «Rest now, weary head! You will get well soon».
  16. Metronomy «Nights Out».
  17. Juana Molina «Un día».
  18. Hot Chip. «Made in the Dark».
  19. Of Montreal «Skeletal Lamping».
  20. Lupe Fiasco «The Cool».
  21. Scarlett Johansson «Anywhere I lay my head».
  22. The Streets «Everything is borrowed».
  23. Crystal Castles «Crystal Castles».
  24. Beck «Modern guilt».
  25. Christophe «Aimer ce que nous sommes».
  26. She & Him «Volume One».
  27. Born Ruffians «Red Yellew & Blue».
  28. The Dodos «Visiter».
  29. Neon Neon «Stainless Style».
  30. Bloc Party «Intimacy».
  31. Foals «Antidotes».
  32. Liam Finn «I’ll be lighting».
  33. Coming Soon «New Grids».
  34. Sigur Rós «Með Suð Í Eyrum Við Spilum Endalaust».
  35. Against Me! «New Wave».
  36. Clare & The Reasons «The Movie».
  37. Françoise Virot «Yes or no».
  38. Nick Cave & The Bad Seeds «Dig!!! Lazarus Dig!!!»
  39. Calexico «Carried to Dust».
  40. Ra Ra Riot «The Rhumb Line».
  41. Nicole Atkins «Neptune City».
  42. Justice «A Cross the Universe».
  43. Chairlift «Does you inspire you».
  44. Cajun Dance Party «The Colourful Life».
  45. Syd Matters «Ghost Days».
  46. Lindstrøm «Where you go I go too».
  47. Zombie Zombie «A land for renegades».
  48. The Ruby Suns «Sea Lion».
  49. The Ting Tings «We started nothing».
  50. Spleen «Comme un enfant».

Las Escarlatinas «Al galope» (Siesta, 08)

Texto publicado en PopMadrid el 9 de enero de 2009

Las Escarlatinas se han ido de vacaciones durante tres años para recorrer el mundo buscando alimentos que ofrecer a sus desalentados fans, que ante la tardanza en mostrar nuevas canciones estaban a punto de desesperar. Una vez recogidas en la cesta todas las frutas han ido al garaje de la casa de la playa de Virginia de La Casa Azul y, con Guille Milkyway, han cocinado el casi perfecto «Al galope».

El disco sabe a Milkyway en todos sus surcos, desde la primera canción, La sonrisa del chico de deportes, con un estribillo «Háblame de la pole de Alonso, su nuevo crono, Nadal y sus golpes, su último premio, el último chaje» mil veces mejor que aquel de Melendi sobre Alonso «El Nano no es humano, el Nano es inmortal, y sale en las revistas junto a Hulk y Superman», hasta la última, Cielo rojo en mi habitación, tan brillante, obra de Miguel Ángel Villanueva.

El barroquismo enciclopédico de la producción no estorba en nada a las canciones, de los habituales Mate, Sergio López de Haro, El Zurdo o el ya mencionado Miguel Ángel Villanueva, colocando cada auta en el sitio que le corresponde en cada canción. Canciones mecedora como Mi buhardilla six, perfectamente cantada con sus coros dabadaba y su historia de melancolía y coleccionismo «suelo escuchar vinilos demodé»; o la irresistible Dormir o morir, que continúa la saga de Jackson Five y Hanson y da unas ganas de vivir que vale por todos los libros de autoayuda editados en el siglo XX, además de ser un canto a una ciudad tan castigada por sus cantores como Madrid; o la belleza sosegada de la balada Vivo, que coincide al 100 % con un párrafo del artículo de ficusín sobre las nuevas cantautoras en estas mismas páginas «la austeridad de una canción casi desnuda, adornada solamente por unas escobillas, un piano y una guitarra acústica, la sencillez de una melodía sin ambages, la valentía de soltar la voz rozando el silencio, no están al alcance de cualquiera, es arte en estado puro». Eso es Vivo y eso es «Al galope».

Se puede llorar, aunque sea inútil, mientras se baila con casi todas las canciones, como en la ochentera Una pequeña inundación, otro de los puntos álgidos del disco. Y es que Las Escarlatinas no te dejan con «Al galope» descansar ni saltar canciones, casi te obligan a disfrutar cada segundo del disco, algo que al cabo de un año sucede con poquísimas obras, algún capítulo de Modiano, alguna canción de «A propósito de Garfunkel», algún episodio de Perdidos, y casi todo «Al galope».