Archivo de la categoría: PopMadrid

Verano de vinilo (V): Ana Curra

Texto publicado en PopMadrid el 4 de agosto de 2008

Desde luego que la carrera en solitario de Ana Curra no es para echar cohetes, pero tiene un par de canciones -una sobre todo- que para mí es una de las mejores canciones españolas de los ochenta, Volveré. Da la impresión de que el hacedor de buena parte de esas maravillosas canciones fue José Battaglio, también compositor de las mejores canciones de La Frontera y de Esqueletos y hoy reputado músico de publicidad; Battaglio se juntó con Ana Curra y entre los dos sacaron en 1985 el EP ”Una noche sin ti”, que, además de Volveré tiene Una noche sin ti, canción que a veinte años vista resulta de un moderno insultante de tan anticuada que parece, líneas de bajo siniestro-afterpunk, ética y estética de la Madonna de Borderline o de Estación Victoria, qué más da. Vamos, lo que a Ellos y semejantes les hace babear. A continuación Volveré en Tocata, con Batagglio de superstar y Ana con unos bailes espectaculares. Gloria Bendita:

Volveré es la mejor canción cantada a dúo chico-chica de la historia de la música española, y la segunda mejor de todos el mundo tras, claro, Something Stupid. Dos años después, haciendo una música ya totalmente pasada de moda y a punto de asomar el huracán indie, sale «Volviendo a las andadas», en donde repite el gran Alberto García-Alix con la imaginería, y se sustituye a Battaglio -que todavía aporta el soul de Es tarde para cambiar– por un ramillete de estrellas todavía en las trincheras, Sabino Méndez, Manolo UVI, el recientemente fallecido Quico Rivas y componentes y satélites de Los Vegetales, que aportan variedad al disco, pero donde resaltan las dos versiones, la de Unidos, sorprendentemente buena, y la descacharrante de Rien de rien, que antes me daba hasta vergüenza oir pero que para escribir estas líneas he repasado y es espectacular: ”Non, rien de rien, no, no lo puedo aguantar, aunque España está de moda, las mañanas siguen siendo una resaca y no más”. El disco es fallido pero rescatable en alguna canción, como En esta tarde gris -con su trozo del tango homónimo-, o la bellísima Soñé que no hay sol, anticipo de lo que diez años después hizo Ana D.

Una noche sin ti:

Rien de rien, en La Tarde, qué mona Ana vestidita de róquer con su faldita acampanada:

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The New Raemon ”A propósito de Garfunkel” (BCore, 08)

Texto publicado en PopMadrid el 31 de julio de 2008

Ya solamente el subidón que te dan los primeros acordes y los primeros versos ”escribiendo en servilletas que tú tienes mucha jeta” de la primera canción, La cafetera, de ”A propósito de Garfunkel” valdría para colocar este disco entre lo mejor del año 2008. Pero el resto de la canción y el disco son igual de increíbles, encontrándose Ramón Rodríguez y sus The New Raemon en un estado de lucidez compositiva e interpretativa inigualable.

Todo el disco está lleno de un pesimismo sudista (de que se la suda que vaya mal todo) que relata como pocas veces el desencanto y el fin del amor, y está cantado con un humor y una sinceridad e impudicia pasmosa, en la línea de Vainica Doble, La Mode, Le Mans y Nixon. ¿Cuál es la mejor canción? La verdad es que es difícil decidirse por una, si La cafetera, preciosa en la claridad absoluta de su sonido; El fin de la resistencia, obra maestra en forma de canción, con deje de palmas y guitarras a lo Sr. Chinarro, aunque en realidad sean del gran Burruezo y su andalucismo barcelonés, en la que The New Raemon cuenta una rotura en un par de minutos; Fuera complejos, otro acto de la soap opera rock que es ”A propsito de Garfunkel”, donde Ramón se dobla la voz y dice cosas tan increíblemente demoledoras como ”aunque me vistas de negro, seguiré siendo de pueblo”, quizá ataque al ya aburrido y anticuado barcelonismo de camisa negra; o la espectacular El cau del pescador, donde en clave de country acústico, rinde un maravilloso homenaje a Charades y otros amigos, ”Las Charades van fumando, sus canciones son gigantes”.

El resto del disco, aunque es igual de bueno, como la salmodia Mil gracias o la preciosa canción de amor en un minuto Elanana, no alcanza la calidad de las canciones antes referidas, quizá con la excepción del final del disco, A propósito del asno, donde la estupenda voz de Ramón, en otros momentos del disco algo estridente, en la onda de la de Manolo de Astrud, se despide con la claridad vocal y literaria de todo el disco con un ”¡Si algo te pierdes, es esto!”

Lo que más molesta del disco es que el contenido es tan soberbio que deja como de lado al continente, tan bueno o más que las canciones. La edición de ”A propósito de Garfunkel” es la más bella que se va a realizar durante este año en España. El trabajo de Martín Romero, lleno de clase al interpretar cada canción, o esa literaria portada, a medio camino entre la belleza melancólica y mágica de Pierre Le-Tan y el humor alambicado de W. Heath Robinson, es inolvidable.

Si ”A propósito de Garfunkel” no está arriba en las encuestas de los mejores discos del año 2008 dará igual, porque sí que estará en las de los mejores discos del siglo XXI, que no veremos, ni falta que nos hace.

Mate ”Ventajas de ser optimista” (Siesta, 08)

Texto publicado en PopMadrid el 22 de julio de 2008

”Todo comenzó a ser distinto hoy, a ser distinto”. El salto mortal sin red que ha realizado Mate grabando ”Ventajas de ser optimista” solamente tiene eso, ventajas. Sin ningún tipo de complejo ni miedo, deja aparte la melancolía abusiva que había en su anterior disco para mostrarnos su lado más relajado y optimista, llegando incluso a cruzar el gran tabú del indie español al atreverse a poner ritmos latinos en un par de canciones. Que ladren.

Ya desde el comienzo, con El paisaje, se ve toda esa libertad que ha tomado por las armas Alberto Matesanz, coros femeninos, deje latino e instrumentación acústica, en resumen, línea clara. En Pájaros el tono relajado continua subiendo, dejando toda la pereza que lastra a amigos como Apenino con percusiones, pausa, y mucha clase. Con la tercera canción Mate rinde pleitesa al sello que le cobija, con ese ritmo latino, esos chirriantes y estupendos coros dabadaba, y esa letra en la que insiste en el ”Quiero ser normal”, y que Nixon habría firmado sin pestañear. En esta canción está condensado todo el humorismo costumbrista que inunda el disco, aunque a veces casi ahoga, rozando la cursilera, como en la dudosa Pipo, algo que lastra alguna de las canciones.

Sigue el disco con La equilibrista, una maravillosa canción de cantautor, preciosa, mucho más cerca del genial Pablo Guerrero, y de su peculiar sentido del humor, que del acartonado Aute. En Se rueda se aparca un poco ese sentimiento de cantautor folk para versionar ese mismo folk desde la órbita del pop británico de Lloyd Cole, al igual que en Los papeles, que con unas magníficas cuerdas, nos muestra la vida en un conjunto de diapositivas de una belleza sorprendente.

Llega la mejor canción del disco, Melancolía en verano, la más directa; es la típica historia de verano, cuando el sol ya vuela rápido hacia el horizonte, melancólica -melancolía en ningún momento reñida con el tono amable del disco- y perfectamente cantada con una voz mullida y retozona que ni Mikel de La buena vida lo haría mejor. ”Quedaremos en la plaza para dar la despedida, sacaremos unas fotos por si acaso no volvemos” remite al clásico ”Déjame hacerte una foto con las nubes detrás, quiero tener algo tuyo si un día te vas”.

Con Genoveva aparece el lado más clásico del pop, que inteligentemente huye de un tecno-pop que no cabría en el disco, aunque el teclado acústico la haga muy ochentera. En La novia vuelve la eterna canción de amor y desamor, en donde Alberto se dobla con una voz de chica resultando la canción tan encantadora como cualquier escena de ”Amo tu cama rica”.

Tras la fallida Pipo llega Vértigo, el final del disco, que de nuevo bajo la advocación de un extraño Nick Drake gracioso, nos deja con el mejor sabor de boca posible, el sabor que deja este íntimo y descarado ”Ventajas de ser optimista”, en el que Mate se postula por méritos propios como la gran revelación del año.

Verano de vinilo (IV): Esta Noche Tampoco

Texto publicado en PopMadrid el 15 de julio de 2008

Pertenecientes a la primerísima hornada del indie, cuando todavía no existían ni uno de los grupos del Xixón Sound, los gijoneses Esta Noche Tampoco han quedado olvidados en el fondo del armario de la música española de los noventa y, en mi opinión, tienen media docena de canciones inolvidables que merecería la pena rescatar.

Grupo de indie canónico, británico al 100% en la onda de genios como Felt, de aquí solamente se les podría comparar con Claustrofobia, aunque más por la voz masculina acompañada en los coros por una femenina que por otra cosa, comienzan su carrera en el lejano 1989 con un maxi llamado ”Las manos en el agua”, editado por Fusión de Producciones, que ya contiene todo lo que es Esta Noche Tampoco, la guitarra y la voz de Eduardo Lamela recitando las letras de melancolía cubista, llenas de frases cortas -al igual que las de Aventuras de Kirlian, también de 1989- de Ana Rey, y la batería de Antonio Peña completando el trío. La mejor canción, Ingemar, preciosa, que no en vano sale como single acompañando a Hope, una maravillosa versión de The House of Love. ”Es irse la voz doblándose en papel, es abrir, escribir y no ver, y no ver, es helar la nariz, ordenar cuando llora, cuando llueve, sólo cuando llueve sol hay”.

En 1990 aparece su elepé, ”Bésame mucho”, donde todo sigue igual, Eduardo cantando y los personalísimos coros de Ana, del estilo de que más tarde harían gente como Alias Galor. De este disco destacan para mí la primera canción, Baltasar, con el estribillo cantado tan bien por Ana ”Baltasar, labios, voz, desván” y sobre todo Dos secretos, canción que se sale un tanto de la linealidad indie para abrazar el pop, logrando la mejor canción del grupo. ”Sé que están sus ojos a un paso de ser dos secretos”.

Acaban su carrera, hasta donde yo sé, con un epé de cuatro canciones, tres años después del elepé, y donde se notan las nuevas escuchas que han realizado, sorprendiendo la rabia casi de garage de Eduardo cantando la dolorosa Esos ojos, otra de las joyas del grupo, la joya del grupo con Dos secretos. En este epé las guitarras aparecen distorsionadas y amenazadoras. Había llegado el noise pop.

Esta Noche Tampoco desaparecieron sin dejar rastro, no sé si sacaron algún tema más en algún lado, pero de vez en cuando me pongo su ya viejos vinilos y me gustan, me siguen gustando.

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Zener ”Apruébate de croar” (Buen Pony, 08)

Texto publicado en PopMadrid el 8 de julio de 2008

En cinco canciones Zener nos sacuden del aburguesamiento indie, de la esclavitud de los tres minutos y medio, para meternos en una pesadilla noise, tan abrupta como fascinante, que ya desde la portada nos enseña sin temor qué vamos a encontrar en el disco. Una portada que bebe a partes iguales de la pintura gestual de Asger Jorn, de las tierras de Tàpies, del expresionismo angustioso de Saura, del brutalismo humorístico de Dubuffet, o de la maravillosa tensión de De Kooning. Pasado a notas serían melodías recortadas, abstracción noise, distorsión progresiva, psicodelia industrial, furia free, y mucha, mucha intensidad.

La primera obra musical, Aleación de bienvenida, única composición con letra, es una, en principio, lánguida pieza de música, plena de repeticiones, con una primera parte reposada, cinematográfica, que recuerda a aquellos inolvidables discos de Vamos a Morir de principios de los noventa. Tras el interludio va poco a poco aumentando la distorsión progresiva para ya en el segundo movimiento, con base pop y deje metalero, acabar hipnotizando sin remedio al oyente. Es la mejor canción del disco, la más ambiciosa, solamente igualada por la cuarta canción, Queso marcarpone, que viaja en seis minutos -que casi se quedan cortos- desde un inicio de guitarras tan cristalinas como afiladas hasta, a partir del minuto cuatro, sumergirnos en una genial muestra experimental de lo que se puede hacer en el rock con la percusión. Espectacular.

Las otras tres canciones, aunque tan arty y repensadas como las otras dos, son menos arriesgadas, más noise clásico, como la tercera, Chulaka, donde uno se da cuenta de que el noise que hacían años ha, por ejemplo, Penelope Trip, parece hoy realizado por abuelas en comparación con el espectacular sonido de Zener, más emparentado con los sonidos atronadores y guiños metaleros de Hedtrip o Nothink.

”Apruébate de croar”, cuya traslación al directo debe ser impresionante, nos muestra claramente y con inteligencia una de las vías alternativas, conscientemente fuera de los caminos trillados, para llegar al oyente inquieto, alcanzando unas cotas de intensidad que, dado lo lineal de la mayoría de los discos actuales, es muy de agradecer.

Modo de llegar a ver un vídeo de Luis Miguel en YouTube

Texto publicado en PopMadrid el 1 de julio de 2008

Qué mejor mientras uno espera a que anochezca para poder salir a la calle sin morirse de calor que una buena sesión de YouTube. Este ha sido el camino que he realizado para acabar viendo un vídeo de Luis Miguel:

Mi intención inicial era buscar algún vídeo más, aparte de los de Cállate, niña y Estrella negra, de Pic-Nic para un post que tengo pensado hace tiempo. En la incomprensible barra de búsquedas relacionadas me han salido los fantásticos Les Surfs, y he pasado a querer hacer un post de ellos, pero solamente me han salido canciones en francés, cuando quería poner Tú serás mi baby (que, claro, he visto de paso en la versión de Las Ronettes y en alguna versión horrenda de Karina) y Ahora te puedes marchar en español. He desechado el post, aunque he guardado algunos enlaces, por si acaso. A present tu peux t’en aller, por Les Surfs:

En la barra lateral salió en algún momento Petula Clark, que me encanta, y sobre todo en francés. Mi canción favorita, La nuit n’en fini plus, no la he encontrado en vídeo de época, pero he visto un par de veces el superespectacular vídeo de A sign of the times en francés, con esos bailes tan increíbles, y dos vídeos diferentes en inglés, en color, y a cuál más bueno. De paso me ha salido por ahí una versión de The Girl from Ipanema de Françoise Hardy, y además he hecho una búsqueda a ver si encontraba alguna versión buena de Twist a Saint Tropez, pero nada. Ya para cerrar, dudando entre el post de Pic-Nic, el de Les Surfs y el de Petula Clark he hecho una última bœsqueda por ”ahora te puedes marchar”a ver si así sala algo (el buscador de YouTube me parece una castaña), y me han salido 535623506352 vdeos de Luis Miguel con la canción. He dado a Next un par de veces a ver si salía algo bueno, pero me he rendido. Aunque de refilón he visto que uno de los vídeos era de Luis Miguel de niño, y, claro, lo he puesto. Así se llega a ver un vídeo de Luis Miguel. Una pregunta, ¿es Michael Jackson o es Luis Miguel? Qué versión más horrenda pero qué vídeo más definitivo de los años 80. Qué bailes, es igual que el vídeo de Thriller. Qué camiseta lleva Luismi, ¡¡si parece el de los Kooks!! En fin, veamos el vídeo de 1987:

Hannah Montana acaba con Radiohead

Texto publicado en PopMadrid el 6 de junio de 2008

Ya salía hace tiempo por todos lados en el bloguero patrio, pero estos días se ha confirmado que el canal FlyMusic desaparece de las plataformas de la TDT para dar paso a Disney Channel, así que dejaremos de ver los vídeos de gente como Radiohead, MGMT, Sons & Daughters y demás para empaparnos de Hannah Montana, High School Musical o la estupenda serie Kim Possible.

En fin, una pena, la verdad es que yo veía bastante el canal, y he descubierto vídeos y grupos muy buenos, como el de la genial Sings songs along, del grupo de claquet-pop Tilly and the Wall, con sus estrafalarios componentes haciendo gimnasia rítmica mientras cantan:

Y otra gran canción y vídeo que me ha fascinado en este par de años es el de The Magic Position, de Patrick Wolf, quien, disfrazado de Rosa Mara Calaf, hace el tonto mientras canta jarviscockianamente:

Ahora habrá que olvidarse de estos grupos y tendremos que conformarnos con el nuevo grupo de Disney, Jonas Brothers, que, la verdad, no están tan mal. ”Powerpop” para niños.

Charris y Teenage Fanclub. Viaje al blanco

Texto publicado en PopMadrid el 19 de mayo de 2008

Releo el catálogo de la antológica de Ángel Mateo Charris que hubo en el IVAM en 1999 y no sé por qué me viene a la mente ”Songs From Northern Britain” de Teenage Fanclub, solamente un par de años anterior a la exposición del artista de Cartagena. Toda la imaginera fotográfica del disco de TFC está en la obra de Charris de esos años, las ferias y atracciones cerradas, sin gente, paisajes hopperianos -martimos y mediterráneos en Charris y interiores y británicos en los escoceses-, llenos del frío-calor del que se llenan la boca los deprimentes cocineros estrella.

Y, claro, he puesto el disco, mientras intento que la casa entre en calor para evitar el enfriamientocalentamiento global de mis pies y nariz, que ahora mismo parezco uno de los personajes de los cuadros de la exposición Blanco de Charris, que vi en la Casa de Vacas hace ya cinco años y que me convirtió, al igual que cuando escuché ”Grand Prix” con TFC, en seguidor del pintor. Qué bueno es ”Songs From Northern Britain” -ahora suena Speed Of Light-, es uno de los discos más relajantes, que mejor me hacen sentir que tengo. When the wind’s around you blowing, Don’t forget to let your feelings go.

Ya voy por la segunda escucha, aunque antes del 1 he puesto de nuevo Speed Of Light. Entre ”Bandwagonesque”, Biblia para visionarios como fernandoleon (”Bandwagonesque es mi disco favorito de TFC y entre los siete favoritos de todos los demás grupos del mundo y de la historia de la música popular”), o ”Grand Prix”, libro de la Verdad para conocedores como Luis (”Bandwagonesque no le llega ni a la suela del zapato a Grand Prix”), yo creo que me quedo con la tercera vía, ”Songs From Northern Britain”. Bueno, vale, ya, me voy a ver CSI.

”Baste decir que somos unos de esos creadores empeñados en lanzar su avión de juguete a un cielo plagado de aviones de juguete». Ángel Mateo Charris

Travolta ”Manual de redención” (Mushroom Pillow, 08)

Texto publicado en PopMadrid el 16 de mayo de 2008

”Manual de redención” es el segundo disco en apenas doce meses de Travolta, lo que demuestra la facilidad en la composición de Joaquín Pascual, facilidad acompañada de gran calidad y versatilidad en las canciones, disco que transcurre por los mismos caminos que el anterior, aunque en ”Manual de redención” prevalezcan las guitarras sobre los pianos y la voz de Ana Galletero sobresalga más veces sobre las canciones que en la anterior entrega.

El concepto general del disco, que sera el título del disco, se mantiene prácticamente inalterable durante todo él, ya que es realmente un manual de redención, en el que Joaquín, casi siempre en primera persona, va contando sus desavenencias con la vida a la vez que trata de encontrar esa liberación, vamos, como el Predicador de ”El jinete pálido” y demás papeles de Eastwood. Personajes y situaciones que tanto abundan hoy en día en la música española, desde el amigo Fernando Alfaro hasta las vanzandtianas historias de Nacho Vegas, ambos muy presentes en el disco. Aunque dentro de la belleza pop del disco, en ocasiones, como en la fantástica Esa luz que ella vio, parezca que Isobel Campbell canta desde el decorado de ”La casa de la pradera”, casi siempre se nota que rascando un poco la superficie aparece el cavernoso Mark Lanegan para decirnos, como en las pelis de Lynch, que las cosas son tan bonitas como parecen.

El denso aroma de las praderas americanas arropa todo el disco, menos en algunos experimentos pop tipo The Magnetics Fields, en los que la ciudad manda, como en la cuarta canción, Dime qué es, que tras su inicio de piano acaba desmelenada de electricidad y guitarras, en uno de los más soberbios momentos del disco. El resto del disco, sí, parece una banda sonora, comenzando por ese nocturno vaquero llamado Esa canción nos salvó, con estilo cincuentero y ritmo de ir cabalgando, y esos coros tan buenos y tan chirriantes de Ana, en donde Joaquín habla, como en el resto del disco, de salvación, liberación, luz redentora y demás temas religiosos. Otra canción a destacar del disco es la séptima canción, La brisa del mundo, cinematográfica, delicadísima, con una intrumentación preciosa, que arrima al oeste la canción francesa, pareciendo más un tema de Brel o de ¡¡Loquillo!!

La perfecta mezcla de pop cristalino, a veces de Nosoträsh, a veces incluso de Prin’ La Lá, con el rock más denso y de ásperos espacios abiertos, hace de ”Manual de redención” un disco que sorprende -para bien- en un primer momento, pero que te deja boquiabierto tras repetidas escuchas.

Bombones ”Diska” (Rock Indiana, 08)

Texto publicado en PopMadrid el 10 de mayo de 2008

Con ”Diska” Bombones juegan a la yenka con la historia del rocanrol, saltando de década a década, de género a género, sin ningún tipo de pudor, como quien lava, fumando. Pero lejos de ahogarse en ese batiburrillo, que en una primera escucha podra hacer que ”Diska” pareciera un zumo hecho de los discos de un cajón de La Metralleta, esto es, todo caos y desorden, Bombones muestran una perfecta unidad en las canciones del disco, que, si nos fijamos en su portada, serían como los seiscientos, todos del mismo modelo (Modelo Bombones), pero reflejando ese arcoiris de géneros y estilos en los diferentes colores de los coches.

Empieza el disco con una de las mejores canciones, como debe ser, Las flores del mal, una conjunción de rock y soul rápido, con un teclado chicloso -que sobrevuela todo el disco-, que avisa muy bien de por dónde van a ir los derroteros de ”Diska”, para seguir con El acento invisible, una bella canción de esa psicodelia de juguete que borda Pigmy, llena de coros ululantes, en la que sorprenden los vientos finales y que cuenta quizá con la letra más interesante de todo el disco. Antes de la cesura que en el disco provoca el instrumental un tanto machacón llamado Les enfants, todava hay tiempo de disfrutar de ese ejercicio de actualidad pop británica que es Comando B, que imagino grabaran con sus pantalones pitillos puestos.

Tras ese instrumental llega la segunda parte de esta ópera cósmica, plena de naves espaciales, que empieza con A otro lugar, cantada como flotando en el espacio y mucho más carnosa que ejercicios similares de astropop, aunando coros Beatle y humor del estilo de aquella fantástica versión de Sigue Sigue Sputnik que Meteoro bordaron hace años. Salta entonces el disco hacia cosas como Van-Halen con Laser a go-gó, cuya letra parece una actualización del Divina de Radio Futura, encajando de ese modo a T-Rex como una de las piezas clave del puzzle que es ”Diska”.

Arsénico por compasión sobresale también del resto del disco por la forma en que está cantada, o casi recitada, al modo de Domingo y los Cítricos, por los magníficos coros, por esa percusión frenética, y por ese final surfero, que hace de esta canción la mejor del disco, trono que comparte con la siguiente canción, Pienso intoxicarme, que, bajo la advocación de Scissor Sisters, y con unas guitarras y unos vientos perfectos, hace imposible no bailar con ella. 10 sobre 10 para Pienso intoxicarme.

Tras el rollete Dragonette de la canción que da título al disco, ”Diska” se cierra con otra grandísima canción, A ras de cielo, quizá la más melódica, power-pop y compacta de todo el disco, con un estupendo órgano catedralicio en modo histórico, y que hace que la nota que merece este disco de Bombones sea la más alta posible.