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Esteban Light

Texto publicado en PopMadrid el 2 de mayo de 2008

Tecleo Esteban Light en el buscador de PopMadrid y no aparece ningún resultado, ¿cómo es posible tamaño despiste? El otro día me enteré por FlyMusic de que Esteban Light habían ganado el primer premio del Tercer Certamen de Vídeo-Clips de la 21 Semana de Cine de Medina del Campo, que se celebró el pasado mes de abril, por el vídeo de la canción Evita las drogas, realizado por Ignacio Cartón, en la que un conejo se pasea por ¿Ámsterdam? con una bella pancarta que reza ”Conejo tu puta madre / ¿Me da un bote de lejía?” Ahí va el vídeo:

Tras oir esta nueva joya del grupo, estupenda como siempre, he quitado ”Diska” y he puesto el fantástico ”Estamos Pez”, único disco que les conozco, del año 1998, producido por Alejo Alberdi, y que contiene obras maestras como Días de chandal, o Fotocopias Rosillo con su maravillosa letra ”Fotocopias DIN A-3, en color y en acetato, sólo conozco en Madrid un lugar que sea barato. Pero tengo que acercarme hasta Prosperidad en una línea de metro excavada a gran profundidad. Varios tramos de escaleras en los que siempre hay que hacer cola y al final voy a salir a esa plaza donde estaba Rockola”, Carmen y Carlos o la definitiva Hoy no salgo, enorme en sus 45 segundos de duración:

Hoy no salgo de casa a hacer tonterías; no quiero oir a la gente decir más mentiras. En casa no puedo aburrirme, si tengo para divertirme: revistas de rock & roll, historietas de lucha libre y pornografía.

Gastelo ”Ahórrate las flores” (Warner, 07)

Texto publicado en PopMadrid el 26 de abril de 2008

Con ”Ahórrate las flores” Gastelo, compositora de todos los temas del álbum, consigue sobresalir sobre el resto de la avalancha de cantautoras más o menos eléctricas que pueblan el mercado, mostrando educación ante riot girls de grandes almacenes como Bebe, madurez ante la pasmosa noñería de Conchita, clase ante el erotismo vergonzante de Merche y demás clónicas, y relax ante desaforados graznidos como los de Malú. Todo esto lo supera Gastelo fijándose la obra de músicos como Quique González como diana, y acertando brillantemente en ella en buena parte de las canciones que forman el disco. Las letras de todo el disco, de amor y amistad bajo un punto de vista urbano y femenino, son bastante interesantes, luciendo en las canciones más interesantes de ”Ahórrate las flores” un acumulacionismo que ayuda a subir la tensión de éstas.

Lo más brillante del disco aparece en su comienzo, con Me vas a matar, muy buena canción de pop conservador, muy bien cantada y con una producción bastante cuidada; o con Soy, que es la canción quizá más moderna y más retro a la vez, con un cierto aire Lightning Seeds que la hace irresistible, y un estribillo que va subiendo con su épica casera la canción a los niveles más emocionantes del disco. Canciones como Me estás quitando la luz o Aunque no sea yo también forman parte del corazón del disco, la segunda de estas pasando de Coldplay a José María Granados en un segundo, y una letra casi tan derrotista como las más alegres de Enrique Urquijo.

Gastelo se asoma al precipicio de los gorgoritos en algunas canciones, dejando de lado lo inteligente de mirar al cantar a Antonio Vega o Cristina Lliso para intentar mostrarnos su capacidad de una manera que no queremos y que ha hecho tan tremendamente aburrida a buenas cantantes como Sole Giménez, acabando por parecerse a Merche y sus quiebros continuos de voz, como en la canción que cierra el disco y que tan mal sabor de boca deja.
”Ahórrate las flores” tiene varias canciones estupendas, muy bonitas, y que colocan a Gastelo en ese nicho cada vez más poblado de los cantautores roqueros, donde reina Quique González, y donde Gastelo es, si no reina consorte -puesto que sera indiscutiblemente de Aroah-, por lo menos una de las bellas damas de compañía.

Teddy Bautista: Tragicomedia de un loro

Texto publicado en PopMadrid el 23 de abril de 2008

Uno nunca sabe la mejor manera de tratar a un totalitario, como Teddy Bautista. En teoría solamente hay tres opciones, o razonas con él, algo imposible ya que la definición de totalitario, como Teddy Bautista, es aquel que deja de lado la razón para abrazar al partido, la religión o lo que sea que le ha cerrado la mente. La segunda opción es portarse como él, como un totalitario, como Teddy Bautista, y atizarle unos buenos zamburriazos hasta que entre en razón. La tercera opción es pasar de él y tratarlo como a un loco, a no ser que el totalitario, como Teddy Bautista, te saque a dar el paseo, en cuyo caso la única opción sería la segunda. Lo malo de la tercera opción es que los totalitarios, como Teddy Bautista, te van comiendo el terreno y acaban sentados a tu vera delante de la pantalla mientras les tratas de insultar.

Todo esto viene por el estupor que me ha causado la perla de hoy del totalitario de Teddy Bautista, uno de los jefes de los zascandiles de la paragencia semipblica de metartistas subvencionados:

”No tenemos nada en contra del copyleft, nos parece interesante para la comunidad de autores que son ricos de cuna y que no tienen que pagar el pan de sus hijos, pero nosotros estamos en otra cosa: que el autor viva de su obra, como un albañil de su trabajo.”

¡Ricos de cuna, el pan de sus hijos! Ya sólo el uso del plural, como hacen los futbolistas cuando a duras penas balbucean sus lugares comunes, me da un poco de asco, pero el tono bolchevique de la frase me deja perplejo. Yo pensaba que esas frases solamente las decían perdedores tan entrañables como El Hijo de Perlita o tan nauseabundos como Saramago.

Si no fuera porque, aunque disimule, como todo totalitario, quiere enviarme al paredón por no comulgar con sus ideas, me harían gracia Teddy Bautista y sus camisas negras, como me hacen gracia Van Gaal, Clemente, y hasta Gaspart, el esbirro del Enano, como le llamaba Gil.

Gracias a Emilio Carrere, rey absoluto del copipasteo, por cederme graciosamente el título para estas líneas. Pocos tan lúcidos en su borrachera continua como él: En un café y en una oficina del Estado son los únicos lugares donde se goza del inefable placer de mirar al techo, hora tras hora…

Jorge Lorenzo es rocanrol

Texto publicado en PopMadrid el 13 de abril de 2008

Si todos hablamos en su día del desaparecido en combate Mendieta porque era indie, hablemos ahora de Jorge Lorenzo, que es un roquero, tanto en sus gustos musicales -su grupo favorito es Red Hot Chili Peppers– como en su actitud vital, plenamente roquista. Me cae bien Jorge Lorenzo, me cae más que bien. Quiero que gane siempre y que haga el payaso en sus celebraciones hasta hacerme sentir vergüenza ajena, como en aquella el año pasado que para homenajear a su grupo favorito sacó dos guitarras eléctricas y se puso a hacer el canelo con su doble. Inolvidable.

Lorenzo pertenece a esa estirpe de cantamañanas de la que está trufada la historia del rock. En lo más cercano estaría emparentado con bocazas tan entrañables como Loquillo, Canut o Bunbury o, ya más lejos, con Liam Gallagher u otros petardos de la escena musical británica.

Hoy le ha ganado su primera carrera a esa especie de Mi pequeño poni motero que es Pedrosa, tan viscoso y húngaro -como dice mi madre en vez de decir huraño- como repelente, y que también tendría equivalentes tipo Enrique Urquijo en la escena musical. Estoy muy contento.

¿Quién no disfruta con alguien que dice como si dijera ”Manolo, ponme otra caña” frases como las siguientes:

«Soy algo chulo desde pequeño, lo sé, pero no puedo evitarlo”.
”Si yo fuera otra persona, Jorge Lorenzo me caería mal”.

¡¡Aguante Jorge Lorenzo!!

(Imagen de Soy Motero)

Sr. Chinarro ”Ronroneando” (Mushroom Pillow, 08)

Texto publicado en PopMadrid el 12 de abril de 2008

Para cualquier músico la tarea de superar la obra tenida por todos como su obra maestra requiere mucho tiempo. Sr. Chinarro presenta su nueva obra, ”Ronroneando”, tan solo unos meses después de sacar esa obra cumbre, ”El mundo según”, y logra, con su perenne lucidez, quizá no llegar a la perfección de su anterior disco, pero sí mantener el nivel de composición en las once canciones que lo componen. Canciones que van por los mismos caminos de siempre, quizá en una estación menos primaveral que en anteriores obras, resultando así un disco mucho más triste y desolado que otros, aunque lo alegren los ribetes populares ya clásicos en las composiciones de Antonio Luque.

Comienza el disco con una de sus joyas, Los ángeles, demoledora canción que completa el triángulo de canciones de miedo al abandono y ruido de la puerta al irse con otras dos obras maestras ajenas, Aunque tú no lo sepas, de Enrique Urquijo y Nada debería fallar de La buena vida. Con frases como ”Estaba muerto de miedo y cantaba” o ”Y vi la vida mejor y no me gustaba” Sr. Chinarro celebra la derrota como pocas veces se ha escuchado, celebración que pasa a ser glorificación en Los amores reñidos, tercera canción del disco, donde la guitarra de Jordi Gil dramatiza más todavía la rabia con la que Luque canta al amor, en una postura muy cercana a su amigo J de Los Planetas, rey en esas cuestiones. Otras canciones que van por ese camino pop, el mejor de Sr. Chinarro, serían Anacronismo, con las mejores guitarras del disco y frases tan geniales como ”No me digas que voy muy deprisa, que los poemas que te mando son de risa”, que muestran a Luque ya con ganas de ligar tras los fracasos de las primeras canciones, o La resistencia, casi al final del disco.

Sobre la mitad del disco aparece El Gran Poder, lenta, emocionante, desoladora, intensa, donde Sr. Chinarro se muestra como la cara oculta de Nacho Vegas, al igual que en A mano. Ambos genios no están tan separados como podría parecer, algo que se nota mucho más en las siguentes canciones, como San Antonio, en donde si Nacho Vegas fuera -que lo es- Víctor Manuel, Antonio Luque sería Carlos Cano, canción con aires de orquesta de pueblo de novela de realismo mágico, medio jazz latino, medio orquesta de pueblo, que tan bien interpretaron Radio Futura. Otra canción en la que aparece Carlos Cano sera El teórico, canción de tuna, ingeniosa, no más, pero para ingeniosos ya tenemos a Sabina, y de Sr. Chinarro queremos poesa. El ingenio es barato.

Acaba el disco, como empieza, con una obra maestra, El alfabeto Morse, cantada en un porche con polillas dándose contra las luces, como Firefly de American Music Club, que mezcla a Eitzel con la gran amargada del pop español, Cecilia, creando una canción de una belleza asombrosa, que pone final a ”Ronroneando” y lo hace estar, si no a la misma altura de ”El mundo según”, a esa altura en la que están prácticamente todos los discos de Sr. Chinarro, es decir, una cabeza por encima del resto de los discos que se editan en España durante un año.

Lección magistral de Sr. Chinarro

Texto publicado en PopMadrid el 11 de abril de 2008

Tras unas cañas y unas tapitas en La Musa de Espronceda bajamos una amiga y yo al Colegio de Médicos a asistir a la presentación de ”Ronroneando”, el nuevo disco de Sr. Chinarro. Como llegamos justo a la hora de comienzo nos sentamos, como alumnos conflictivos, al final de la clase; además, mi bellísima acompañante había tenido la traumática experiencia de ver dos veces anteriormente a Sr. Chinarro en concierto, y preferimos estar un poco alejados, como críticos ya de vuelta. Yo nunca había visto al músico sevillano.

Cual fue su sorpresa al darse cuenta de que distinguía perfectamente lo que Antonio Luque decía, así que en la segunda canción ya estaba moviendo las rodillas y tarareando las canciones. Sr. Chinarro tiene un repertorio tan soberbio y está tan sembrado últimamente como compositor que puede echar mano solamente de sus últimos dos discos y regalarnos más de quince obras maestras sin despeinarse, y eso es lo que hizo.

Un concierto agradable, con un sonido perfecto, que solamente contó con la sorpresa del par de canciones interpretadas por Antonio con su acústica en medio del concierto, ya que al guitarrista –Jordi Gil, muy ajustado a las canciones y con brillantes posturitas muy de agradecer, dado el hieratismo faranico de Luque- se le rompió una cuerda, con lo que Luque nos regaló una más que emocionante El alfabeto Morse, que luego repitieron como último o penúltimo bis. El resto del concierto, genial, pero cómo no puede ser genial un concierto si escuchas Esplendor en la hierba, Del montón, Ángela, El lejano oeste, o la perfecta La canción de G.G. Penningstone (dedicada por mí a Martina, la hija de mi amigo Santi, que ha nacido hoy), y canciones que serán obras maestras, si no lo son ya, como Los Ángeles, El Gran Poder, o la ya mencionada El alfabeto Morse. Nunca lo había visto y me pareció buenísimo. Repetiré.

Al salir, la gente en los bares abrazada, el Getafe había marcado su tercer gol. Minutos después, mientras esperaba el autobús para casa, un tipo hablaba por teléfono del empate alemán en el último minuto, y recordé a medias la canción de Sr. Chinarro:

”Aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no hay que afligirse. Porque la belleza siempre subsiste en el recuerdo…”

Este finde en Zaragoza, el Festival Plastidepop

Texto publicado en PopMadrid el 1 de abril de 2008

plastidepop08El festival Plastidepop se celebra este fin de semana, viernes 4 y sábado 5, en la Sala Oasis de Zaragoza. El más que potente cartel es el siguiente:

  • 04/04 Gascoigne + La La Love You + Airbag + Cooper
  • 05/04 F.A.N.T.A. + Vacaciones + Lori Meyers

Los conciertos darán comienzo a las 21:30 horas con un precio anticipado de 15€ por día y 25€ el abono de dos días, y en taquilla 18€ por día y 30€ el abono para los toros.

El discocómic de Iván Ferreiro

Texto publicado en PopMadrid el 29 de marzo de 2008

Casi todas las ediciones de discolibros que nos ahogan últimamente para escapar de la piratería me parecen meras excusas para eso, para escapar de las copias pero sin ningún valor real añadido a lo que es el disco, menos el nuevo disco de Iván Ferreiro, ”Mentiroso, mentiroso”, especie de cómic-disco realizado por varios dibujantes, entre ellos Alberto Vázquez y David Rubín, autores de las imágenes que adjunto en este post. El disco lo coedita la prestigiosa editorial de tebeos Astiberri.

Iván Ferreiro no es muy de mi devoción, me irrita bastante su voz, aunque hay canciones que me gustan bastante, tanto en Los Piratas como ahora en solitario, pero con esta edición de ”Mentiroso, mentiroso” escala bastantes puestos en mi admiración.

Un par de canciones en directo él solo con su guitarra están en la entrevista que ha colgado la cofrade Labana hace un par de días en su post Vídeo de la entrevista a Iván Ferreiro (Ex- Piratas) en La 2 Noticias.

Vuelve La Voz: Guerrero García

Texto publicado en PopMadrid el 25 de marzo de 2008

No los había visto por ningún lado y el otro día en El Corte Inglés de Sol -cada da más parecido en desorganización a La Metralleta- encontré en primer plano los dos discos de Guerrero García de los que había hablado Pedro hace unos meses como discos de 2006. Creo que José Antonio García es la mejor voz del rocanrol que ha habido en este país que, como el mundo, morirá de un apagón, como decía Ramón.

Es un placer absoluto volver a escuchar la voz del que fuera cantante de 091 y aunque los discos -o el disco, ya que las canciones del primer EP están en el LP- flojeen un poco en algunas partes, hay canciones gloriosas como Flechas sin blanco, Tengo la luna o Espía del silencio en las que los pelos se te vuelven a poner de punta con la afilada voz de José Antonio como pasaba en sus discos con Lapido, Tacho y Antonio Arias.

Creo que no podría elegir en qué canción del repertorio de 091 canta mejor, si en cualquiera de ”Más de cien lobos» con En la calle como ejemplo máximo, si en Todo lo que quiero hacer, Carne cruda, El baile de la desesperación o Un cielo color vino. Me parece casi imposible hacer un recopilatorio de 091, ya que siempre te dejarías diez canciones indispensables fuera.

Flechas sin blanco:

”Hay que decir todas las frases, hay que fantasear todas las fantasías, hay que apuntar todas las realidades, hay que cruzar cuantas veces se pueda la carta del vano mundo, el mundo que morirá de un apagón”.

Serpentina ”Planeando en tu azotea” (Elefant, 07)

Texto publicado en PopMadrid el 9 de marzo de 2008

Este segundo disco de Serpentina, tras ”Blancamañana”, editado en 2004 con Annika, sigue con naturalidad el camino iniciado por éste, pero con la destacable novedad del mayor protagonismo de la voz de María, la parte femenina del grupo. Doce canciones más templadas que cálidas, que juntas parecen la banda sonora de películas tipo ”Elisa, vida mía”, en las que se tropieza uno con las sonoridades de Francis Lai, con los arreglos de los Beach Boys, o con ese beat retenido de Juan y Junior.

El disco puede dividirse en dos secciones, una más canónicamente pop, la mejor, y otra más extraña, más onírica y folk, que se asoma peligrosamente a los acantilados de la cursilera, pero que en un par de temas de una exquisitez asombrosa, se vuelve inolvidable.

A la primera sección pertenecerían la primera canción, Festival, que lleva perfectamente la voz de María, también Descalzos por el parque y la segunda, con ese inicio casi de Friends, en la que ya cantan los dos componentes de Serpentina, y que es un ejemplo casi perfecto de ese sunshine pop lleno de coros y falsetes que tanto gusta a los hermanos Tamarit. Sigue el disco con una bossa típica del repertorio de Siesta, muy setentera y cinematográfica, que tiene un estupendo recitado final en la que la voz de María parece la de Jone Gabarain. Acaba esta primera sección del disco con quizá la mejor canción del disco, El universo, donde Paco toma las riendas para ofrecernos la perfecta canción pop, vía Beach Boys. Otras canciones de este palo serían Querido miedo, con bonito piano vaquero o Tan fácil, la novena canción, otra preciosa reconstruccin sesenteta con solo de guitarra beat.

La otra sección del disco es la que bebe de Vainica Doble, Cecilia o CRAG, y, bajo la sombra inmensa de estos tres mitos, de Parade, construyendo canciones misteriosas, infantiles, de un folk medievalista muy en la línea de Prin’ La Lá. Destaca entre este grupo la magnfica Qué desilusión, en la que uno descubre que El niño inseminado ha crecido, y veinte años después, y en un escaso minuto de bajo, guitarra y voces, todo el desencanto y aburriento que tan bien bordaron Le Mans le arrolla. La otra canción de esta sección que sobresale sobre las demás es Mañana, un precioso ejercicio de Satie meets Cecilia, donde la letra, adoptando como en el resto del disco el ideario de Le Mans al 100 %, recita versos tan desolados como ”Mañana, me vestiré como quieras. Mañana, maquillaré mis ojeras. Mañana, voy a intentar comprenderte”.

El disco acaba con otra gran canción, Ven, siéntate, donde Pigmy o Corazón aparecen acompañando a las bandas sonoras de los años setenta, con redobles, flautas y coros de opereta. Buen final para un disco tan variado como atinado.

”Si le dejaran retroceder compraría el Larousse y a leer, para entender la música de John Cage”.