Archivo por meses: noviembre 2006

Tres vídeos de France Gall

Texto publicado en PopMadrid el 22 de noviembre de 2006

El otro día cacharreando por el omnipresente YouTube se me ocurrió repasar los vídeos que hay de la cantante ye-yé francesa France Gall, elijo los tres que más me gustaron de entre mis canciones favoritas, a ver qué os parecen.

Empiezo por Nous ne sommes pas des anges, de 1965, obra maestra de la elegancia de ese genio que componía las canciones más bonitas del mundo mientras se calzaba a las chicas más bonitas del mundo, Serge Gaingsbourg. Un plano secuencia, menos en la parte instrumental, del bello rostro de France, que comienza con ella atusándose el pelo. Único comentario posible, el de un pollo en YouTube: How cute!:

Avant la Gabarre, en la que la deliciosa señorita Gall baila y se mueve como una lagartija, vestida de existencialista y pegando una paliza a un hippie repulsivo que le saca dos cabezas y que seguro se lo tena bien merecido:

La mítica Les Sucettes, también del gran Gainsbourg, en un vdeo superporno, digno de Ozores, grandioso, descacharrante:

Próximo repaso videográfico: La divina Françoise Hardy, de la que acabo de ver un vídeo con Jacques Dutronc increíble.

Fervor de La Guindalera

Texto publicado en PopMadrid el 1 de noviembre de 2006

La Guindalera es el pequeño barrio dentro del Distrito de Salamanca de Madrid donde están las oficinas de PopMadrid. Lo roquero en La Guindalera tiene varios puntos clave -tampoco es que sea Malasaña, que quede claro-. Empezando por lo desaparecido, lo más importante serían la históricas oficinas de DRO en Francisco Remiro y casi puerta con puerta, las oficinas de La Luna de Madrid, mítica revista de La Movida. En el solar que ahora ocupa la Iglesia de San Bonifacio estaban los Jardines Virginia con baile en los años 50 y 60, en los 80 había un local dentro del Colegio Menesiano llamado El Antro, donde los Hombres G reinaban (o los heavies Simulacro, grupo de mi hermano Rafa), y de los que quedan sus intrumentos colgados en el Rowland, pub cercano y activo con una selección musical excelente. También está el Barracudas sustituyendo al desaparecido Tryffus con mucho punk-rock (por lo menos la última vez que fui), y el muy powerpopero Any Trouble sobre el antiguo Guaca. Por Cartagena estaba el MadridSaurus, y muy cerca está Ritmo y Compás como sala polivalente (había otras salas de ensayo en Eraso donde ensayaba mi hermano Carlos sus versiones de Matthew Sweet). También está muy cerquita Eurosonic, el estudio de música, y la tienda de instrumentos ArdeMadrid, y DiscoBarsa tenía sus oficinas en Ardemans. El bailarín Antonio, icono pop, tuvo su estudio en la calle Coslada, estudio que sigue llamado ahora Scaena.

Pero lo más extraordinario de todo es lo que hay justo cruzando sus fronteras:

  • Norte: Cruzando la Avenida de América, el Rock-Ola, con el Marquee en sus bajos, donde tocó toda la Nueva Ola. El Wild Thing está bajando la calle. También un sitio del que no recuerdo el nombre, donde vi hace años a The Volatiles en directo.
  • Este: Cruzando la M-30, cerca de donde apareció Dinero, el Canci, genialmente recordado por popkid en estas páginas, sala donde sonó lo más duro de Madrid durante años.
  • Sur: Cruzando la calle de Alcalá, en la calle Fundadores, el Club Mónaco, donde además de todos los grupos pop españoles de los 60, tocaron The Animals en 1965 en un histórico concierto del que parece que no queda rastro. A 200 metros del Club Mónaco, y con Torrebruno de telonero, The Beatles dieron su famoso concierto de Madrid. El local del Club Mónaco años después fue la Sala Universal, tras haber cerrado la que estaba en la plaza de Manuel Becerra, y de la que ahora solamente queda en pie su fantástica fachada racionalista. (Gracias a Pedro por el dato del Club Mónaco).
  • Oeste: Cruzando Francisco Silvela la Sala Jácara, de la que aún queda un cartel en la calle General Pardiñas, donde todos los que sobrevivieron al Rock-Ola tocaron en los años 90, donde se despidió Nacha Pop.

Si uno traza una lnea Rock-Ola-Club Mónaco y otra Canci-Jácara, el punto de unión de estas dos líneas son las oficinas de PopMadrid en la calle Méjico, calle donde había en los 60 una tienda de discos, y donde quizá mi padre compró alguno de sus discos de Gardel.