Texto publicado en PopMadrid el 8 de noviembre de 2008
Cualquier disco de recopilatorio, y más si es de presentación en vez de grandes éxitos sacacuartos, es excesivo e irregular por naturaleza, y este que ha sacado Dro para presentarnos al grupo argentino Miranda! no poda ser menos. Canciones de ”Es mentira” (2002), ”Sin restricciones” (2004) o ”El disco de tu corazón” (2007) se mezclan con un par de canciones nuevas y remezclas y se aprietan es este disco del grupo de Ale Sergi. Veinte canciones para cualquier disco son demasiadas, pero ”El templo del pop” tiene tantos trozos irresistibles que hacen del disco un producto indispensable si a uno le apetece mover la tibia y el peroné. Y como encima han logrado que una de las mejores, Enamorada, sea la cabecera de esa basura de serie llamada «Lalola» pues los conoce todo el mundo.
Miranda! practican ese electropop descarado, hedonista, irresistible, bailable, amariconado, ochentero, tontorrón y cínico que tan bien le sale a genios como Astrud, Ellos o, a veces, Fangoria. Las composiciones de Ale bordan estribillo tras estribillo, con frases canutianas e inolvidables por todos lados. El disco empieza con la canción de la serie, Enamorada, cantada por Juli, la chica del grupo, que con su voz logra los mejores momentos del disco, ya que el falsete de Ale a veces resulta demasiado irritante. Aunque Ale se reserva a medias joyas como la segunda, Perfecta, un reggae por el que se morirían Pimpinela, con su bellísimo estribillo a lo Astrud ”cómo fue que de papel cambié, eras mi amiga y ahora eres mi mujer”, y que quizá sea la mejor canción del disco.
Tras un nefasto reguetón y la normalita Don, llega otra preciosidad, Yo te diré, que hará las maravillas en el Ochoymedio, al igual que Traición, con su confesional teoría del amor ”odio hacer balance de si estamos mejor o no”. Siguen por terrenos de baile, con Bailarina, que podría cantar Kylie Minogue, la culebronera y fangoriana Prisionero y la popera El profe. Llega una nueva gran canción, Mi propia vida, más seria y compuesta que otras liviandades, a pesar de su estribillo tan OT, pero con un piano muy bonito, al igual que la canción que cantan con Fangoria, Vete de aquí, con una letra preciosa ”vete de aquí, fuiste tan bestia al hablar, qué poco tacto has tenido sabiendo que no te he dejado de amar”. Para acabar el disco, una versión de Marilina Ross, y un fantástico y maravilloso remix de un pupurrí de sus mejores canciones bajo la órbita de Ting Tings y demás genios de la pista moderna.
Miranda! con este disco a veces nos hace darle bastantes veces al skip, pero también nos ofrece media docena de canciones tan soberbias y disfrutables que hacen de ”El templo del pop” un disco indispensable en este año 2008.