Texto publicado en PopMadrid el 9 de enero de 2009
 Las Escarlatinas se han ido de vacaciones durante tres años para recorrer el mundo buscando alimentos que ofrecer a sus desalentados fans, que ante la tardanza en mostrar nuevas canciones estaban a punto de desesperar. Una vez recogidas en la cesta todas las frutas han ido al garaje de la casa de la playa de Virginia de La Casa Azul y, con Guille Milkyway, han cocinado el casi perfecto «Al galope».
Las Escarlatinas se han ido de vacaciones durante tres años para recorrer el mundo buscando alimentos que ofrecer a sus desalentados fans, que ante la tardanza en mostrar nuevas canciones estaban a punto de desesperar. Una vez recogidas en la cesta todas las frutas han ido al garaje de la casa de la playa de Virginia de La Casa Azul y, con Guille Milkyway, han cocinado el casi perfecto «Al galope».
El disco sabe a Milkyway en todos sus surcos, desde la primera canción, La sonrisa del chico de deportes, con un estribillo «Háblame de la pole de Alonso, su nuevo crono, Nadal y sus golpes, su último premio, el último chaje» mil veces mejor que aquel de Melendi sobre Alonso «El Nano no es humano, el Nano es inmortal, y sale en las revistas junto a Hulk y Superman», hasta la última, Cielo rojo en mi habitación, tan brillante, obra de Miguel Ángel Villanueva.
El barroquismo enciclopédico de la producción no estorba en nada a las canciones, de los habituales Mate, Sergio López de Haro, El Zurdo o el ya mencionado Miguel Ángel Villanueva, colocando cada auta en el sitio que le corresponde en cada canción. Canciones mecedora como Mi buhardilla six, perfectamente cantada con sus coros dabadaba y su historia de melancolía y coleccionismo «suelo escuchar vinilos demodé»; o la irresistible Dormir o morir, que continúa la saga de Jackson Five y Hanson y da unas ganas de vivir que vale por todos los libros de autoayuda editados en el siglo XX, además de ser un canto a una ciudad tan castigada por sus cantores como Madrid; o la belleza sosegada de la balada Vivo, que coincide al 100 % con un párrafo del artículo de ficusín sobre las nuevas cantautoras en estas mismas páginas «la austeridad de una canción casi desnuda, adornada solamente por unas escobillas, un piano y una guitarra acústica, la sencillez de una melodía sin ambages, la valentía de soltar la voz rozando el silencio, no están al alcance de cualquiera, es arte en estado puro». Eso es Vivo y eso es «Al galope».
Se puede llorar, aunque sea inútil, mientras se baila con casi todas las canciones, como en la ochentera Una pequeña inundación, otro de los puntos álgidos del disco. Y es que Las Escarlatinas no te dejan con «Al galope» descansar ni saltar canciones, casi te obligan a disfrutar cada segundo del disco, algo que al cabo de un año sucede con poquísimas obras, algún capítulo de Modiano, alguna canción de «A propósito de Garfunkel», algún episodio de Perdidos, y casi todo «Al galope».
 Con un poco de retraso me he hecho con ”En la oscuridad”, el segundo disco de Zola, grabado en 2006 y editado en 2007 por
Con un poco de retraso me he hecho con ”En la oscuridad”, el segundo disco de Zola, grabado en 2006 y editado en 2007 por  Cuando todo se junta para que un concierto sea un éxito, la mayoría de las veces suele serlo. Así que si juntas a un público entregado que canta y se sabe de memoria todas las canciones de un concierto, que juega a adivinar antes que sus amiguitos cuál es la siguiente canción por el primer acorde que suena (como unos plastas que tenía detrás), con un repertorio elegido por los asistentes al concierto votando en la página de red del músico -repertorio que ya cubre media docena de discos-, con una banda muy compenetrada y un protagonista tan tímido como carismático, con una sala acogedora -a pesar del guardarropa- con un magníco sonido, y con las fechas navideñas, si no tienes un éxito no tienes perdón de Dios.
Cuando todo se junta para que un concierto sea un éxito, la mayoría de las veces suele serlo. Así que si juntas a un público entregado que canta y se sabe de memoria todas las canciones de un concierto, que juega a adivinar antes que sus amiguitos cuál es la siguiente canción por el primer acorde que suena (como unos plastas que tenía detrás), con un repertorio elegido por los asistentes al concierto votando en la página de red del músico -repertorio que ya cubre media docena de discos-, con una banda muy compenetrada y un protagonista tan tímido como carismático, con una sala acogedora -a pesar del guardarropa- con un magníco sonido, y con las fechas navideñas, si no tienes un éxito no tienes perdón de Dios. Cuatro años han pasado desde «El turismo», el primer disco de
Cuatro años han pasado desde «El turismo», el primer disco de  Son la revelación del año, no hay duda. Y eso que Klaus & Kinski han hecho el mejor disco de los años noventa de la historia del rocanrol español. Poco importa que estemos a 2008 y
Son la revelación del año, no hay duda. Y eso que Klaus & Kinski han hecho el mejor disco de los años noventa de la historia del rocanrol español. Poco importa que estemos a 2008 y En mi última excursión por MySpace, que es la página con el diseño más feo de la historia de internet, desde la página de Corazón, donde estaba escuchando las nuevas canciones subidas, me he puesto a cotillear en sus amigos (solamente tienen 11 destacados) y he dado a un tal Pipirigallo, del que no tenía noticia y del que solamente tengo ahora sus preciosas canciones en español, portugués e inglés, ya que no he encontrado nada sobre él por la red.
En mi última excursión por MySpace, que es la página con el diseño más feo de la historia de internet, desde la página de Corazón, donde estaba escuchando las nuevas canciones subidas, me he puesto a cotillear en sus amigos (solamente tienen 11 destacados) y he dado a un tal Pipirigallo, del que no tenía noticia y del que solamente tengo ahora sus preciosas canciones en español, portugués e inglés, ya que no he encontrado nada sobre él por la red. A la avalancha de biopics roqueros que nos acechan, Serge Gainsbourg, The Runaways y Bon Scott, se une la del pianista del candelabro, el genial y repulsivo Liberace, que según parece estaría interpretado por Michael Douglas. En un primer momento puede chirriar la elección, pero cada segundo que pasa me parece mejor para el papel.
A la avalancha de biopics roqueros que nos acechan, Serge Gainsbourg, The Runaways y Bon Scott, se une la del pianista del candelabro, el genial y repulsivo Liberace, que según parece estaría interpretado por Michael Douglas. En un primer momento puede chirriar la elección, pero cada segundo que pasa me parece mejor para el papel. La gran novedad de este fantástico tercer disco de los catalanes Les Philippes es el cambio de idioma, que, aunque apuntado en su anterior disco, en «Odisea Ultramarina» ya inunda completamente los surcos del disco. Lo que no cambia es la calidad de las canciones, que sigue siendo notable y en aumento.
La gran novedad de este fantástico tercer disco de los catalanes Les Philippes es el cambio de idioma, que, aunque apuntado en su anterior disco, en «Odisea Ultramarina» ya inunda completamente los surcos del disco. Lo que no cambia es la calidad de las canciones, que sigue siendo notable y en aumento. Josele tiene una trayectoria tan impecable y está ya tan de vuelta de todo, que parece que cualquier cosa que saque se aprueba sin más por la multitud de fans que idolatran al músico malasañero. Pero es que la calidad de su obra nunca llega a rozar un nivel de emergencia por baja calidad, quizá solamente su anterior disco, ”Garabatos”. En ”Loco encontrao” vuelve a estar en el nivel estratosférico de antaño.
Josele tiene una trayectoria tan impecable y está ya tan de vuelta de todo, que parece que cualquier cosa que saque se aprueba sin más por la multitud de fans que idolatran al músico malasañero. Pero es que la calidad de su obra nunca llega a rozar un nivel de emergencia por baja calidad, quizá solamente su anterior disco, ”Garabatos”. En ”Loco encontrao” vuelve a estar en el nivel estratosférico de antaño.