Texto publicado en PopMadrid el 26 de septiembre de 2008
Mate dio ayer en El Sol un concierto de los llamados íntimos, es decir, que no había casi público. Lo que fue una pena. Una pena porque el concierto de Mate me pareció muy bueno y, sobre todo, me sorprendió, me gustaron más las canciones que en el disco, y me gustó el sonido de la banda.
Para abrir boca de Sol a Callao dos músicos callejeros, uno tocando Sultans of Swing con una angulosa guitarra eléctrica, y un poco más arriba Hotel California en una versión acústica estilo son que me gustó bastante. La Gran Vía, perfecta como siempre, y El Sol igual, con ese precioso escenario un poco Telón de los caídos, donde Mate apareció todo sonriente tras la minisesión introductoria de Nixon a los platos, de la que el bajísimo volumen no me permitió distinguir casi nada.
La alegría y las canciones de Mate cubrieron las ausencias, repasando completo su segundo disco, ”Ventajas de ser optimista”, y buena parte del primero, ”Sol de medianoche”. Todo se oía bien, la voz y la acústica de Alberto, los coros y la travesera de Almudena, el órgano de Germán y la guitarra y el bajo de los otros componentes del grupo. Las canciones, preciosas. No recuerdo cuál me gustó más, si El paisaje, Melancolía en el verano, Cada vez que amanece o, sorprendentemente, Pipo, que me pareció mucho más canción ayer que en el disco. Esta vez no me convenció Normal.
El concierto de Mate de ayer, con los primeros vientos del otoño, supo a eso, a ”Verano del 42”, a ”El Sur”, a ”Amo tu cama rica”, a todas las francesadas de los setenta, a la perfecta pereza de Seems So Long Ago, Nancy, y a los Sr. Chinarro y The New Raemon que escuché en el coche volviendo a casa, sin oir una sola canción de las sesiones posteriores de la fiesta, ya que había que levantarse a las siete… Que al final fueron las siete y media. ¡Pero a quién se le ocurre poner un concierto casi a las doce!
Siete canciones tiene este nuevo trabajo de Pupille, tres años después de ”Himnos Olímpicos” (BCore), y en estos tres años los tarraconenses siguen empeñados en ofrecer retazos de post-rock melodramático con un acabado cada vez más perfecto en lo abrupto de su propuesta.
Es algo que nunca llegará. Nunca habrá un ”Campeonato español de comedores de nudos esferificados de yogur con ficoide glaciale”, es imposible. Será nuestro último reducto, el único sitio donde veremos un perrito caliente o una magdalena. Allí acudiremos en procesión para poder respirar algo de olor a fritanga, allí y a loscocidos, paellas o roscones de Reyes gigantes que hacen las beatas en las fiestas de los pueblos, donde lloraremos al enseñar a nuestros nietos un langostino de la paella.
Lo bueno de todo grupo arty es que pueden editar cualquier cosa que se les ocurra, que siempre saldrán bien parados. Tras ”Animalitos” Hidrogenesse nos han regalado este 2008 otro disco, ”Bestiola”, hecho de retales, batidos y palimpsestos de otras canciones de su repertorio, en un alarde de posmodernismo, cogiendo una batería de una canción y poniéndosela a otra, acelerando otras, cambiando ritmos y melodías, haciendo un mejunje transversal del que no salen nada mal parados.
El otro día en 40 Latino, en la típica ronda por todos los canales de la tele buscando algo a lo que hincarle el diente, apareció el nuevo single de Nena Daconte, grupo del que no me desagradaban algunas de las canciones de su primer disco, pero que dejaba pasar a mi lado como a tantos otros. Pero esta nueva canción, Tenía tanto que darte, es adictiva. Toda esa meloda y entonación Los Planetas es irresistible, y mucho mejor que las últimas veinte canciones compuestas por los granadinos; el ritmo de la canción llevado por la guitarra es abrumador; la voz de la chica, juguetona, en la estela de la de la bellísima cantante de Niza, me gusta bastante; la chica, una especie de Joan Crawford en miniatura, también me gusta bastante; el estribillo es lo mejor para cantar por la calle cuando vuelves de la oficina paseando; la historia de la canción, de nuevo tan Planetas, me encanta; el vídeo es soberbio con su rollo inicial de Facto y su final con patinadoras, tan de moda, en un gimnasio; y el final de la canción, efectista como él solo, con los coros y los parapapá, es buenísimo.
Cacharreando un poco por los amigos de PopMadrid en MySpace encontré a Mata a tus Ídolos, un grupo de pop de Madrid formado en 2004, y que, que yo sepa no, tienen nada editado, solamente, según leo, alguna canción en uno de los recopilatorios «Aplasta tus gafas de pasta».
Tras el esperanzador inicio que supuso ”Canciones sobre traiciones y mentiras” vuelve ahora Xabel Vegas con ”El óxido”, nuevo disco en el que continúa el camino con más soltura y más aire en las canciones, y una instrumentación mucho más sólida, en donde el piano, cuando estira el cuello y se deja ver, destaca sobre los demás intrumentos.
Ya está un poco atrasada la noticia, ya que ha sido ya condenado a pagar una multa y liberado, pero me ha gustado mucho la actuación de algunos artistas españoles -de cuatro- ante la detención del músico cubano de punk Gorki Águila, líder del grupo Porno para Ricardo. Decir punk sobre el grupo es similar a lo que se deca en los ochenta sobre los Pegamoides, que en realidad eran pop. Porno para Ricardo son rock, a ratos velvetiano, nirvaniano, con tendencias cabezonas, humor-rock de los setenta tipo Desmadre 75 y la actitud de aquellas olvidadas lumbreras del rock radikal vasco.