Texto publicado en PopMadrid el 28 de diciembre de 2008
Cuando todo se junta para que un concierto sea un éxito, la mayoría de las veces suele serlo. Así que si juntas a un público entregado que canta y se sabe de memoria todas las canciones de un concierto, que juega a adivinar antes que sus amiguitos cuál es la siguiente canción por el primer acorde que suena (como unos plastas que tenía detrás), con un repertorio elegido por los asistentes al concierto votando en la página de red del músico -repertorio que ya cubre media docena de discos-, con una banda muy compenetrada y un protagonista tan tímido como carismático, con una sala acogedora -a pesar del guardarropa- con un magníco sonido, y con las fechas navideñas, si no tienes un éxito no tienes perdón de Dios.
Quique González iba a actuar un solo día, vendió todo el papel -además de reducir el aforo el
Ayuntamiento- por lo que puso otra fecha más en Madrid, y ayer me enteré que ha añadido otra fecha más, el martes.
Palomas en la Quinta, Salitre, Y los conserjes de noche, Kamikazes enamorados, Hotel Los Ángeles, Pequeño rock & roll, La ciudad del viento, Personal, Miss camiseta mojada. Todas, todas las mejores canciones de Quique González menos Aunque tú no lo sepas sonaron ayer en Joy Eslava, es decir, una absoluta gozada para cualquier seguidor del músico madrileño.
No sé si quedarán entradas para el martes, pero me estoy pensando seriamente volver a verlo.
Cuatro años han pasado desde «El turismo», el primer disco de
Son la revelación del año, no hay duda. Y eso que Klaus & Kinski han hecho el mejor disco de los años noventa de la historia del rocanrol español. Poco importa que estemos a 2008 y
En mi última excursión por MySpace, que es la página con el diseño más feo de la historia de internet, desde la página de Corazón, donde estaba escuchando las nuevas canciones subidas, me he puesto a cotillear en sus amigos (solamente tienen 11 destacados) y he dado a un tal Pipirigallo, del que no tenía noticia y del que solamente tengo ahora sus preciosas canciones en español, portugués e inglés, ya que no he encontrado nada sobre él por la red.
A la avalancha de biopics roqueros que nos acechan, Serge Gainsbourg, The Runaways y Bon Scott, se une la del pianista del candelabro, el genial y repulsivo Liberace, que según parece estaría interpretado por Michael Douglas. En un primer momento puede chirriar la elección, pero cada segundo que pasa me parece mejor para el papel.
La gran novedad de este fantástico tercer disco de los catalanes Les Philippes es el cambio de idioma, que, aunque apuntado en su anterior disco, en «Odisea Ultramarina» ya inunda completamente los surcos del disco. Lo que no cambia es la calidad de las canciones, que sigue siendo notable y en aumento.
Josele tiene una trayectoria tan impecable y está ya tan de vuelta de todo, que parece que cualquier cosa que saque se aprueba sin más por la multitud de fans que idolatran al músico malasañero. Pero es que la calidad de su obra nunca llega a rozar un nivel de emergencia por baja calidad, quizá solamente su anterior disco, ”Garabatos”. En ”Loco encontrao” vuelve a estar en el nivel estratosférico de antaño.