Texto publicado en SPEND IN en junio de 2014
Aunque parezca una versión desmañada de la glamurosa Inglaterra, en la fría Escocia uno puede disfrutar de cualquier lujo que se le ocurra casi con la misma facilidad que en los más cálidos territorios de sus vecinos más al sur, siendo uno de los más comunes hoy en día, y de los pocos que realmente están justificados y tienen sentido, el alojamiento, el poder comer y dormir en un sitio cómodo e inolvidable, en el extremo opuesto de los bed & breakfast británicos, en muchos casos también inolvidables pero por lo terrorífico. Para poner a Escocia en los circuitos de hoteles de alto standing nació hace ya veintidós años Connoisseurs Scotland, una empresa de marketing hotelero que agrupa por el momento a veintiocho hoteles de cinco estrellas, rango indispensable para entrar en este club hotelero. La otra condición para ser un hotel de Connoisseurs Scotland es que no haya otro hotel de la misma cadena muy cerca.
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