Los analfabetos de la Academia de Cine

Texto publicado en PopMadrid el 19 de diciembre de 2007

Billie Holiday, Elvis Costello, Sarah Vaughan, Ray Charles, The Smithereens, Serge Gainsbourg, Björk, Sarah Brightman, Christian Death, Sinèad O’Connor y Marc Almond, entre otros, han grabado versiones del clásico Gloomy Sunday, del compositor húngaro de entreguerras Rezsö Seress. Yo no conocía la canción, pero mi hermano -una de las pocas personas con ciencia infusa que conozco- me llamó desde Londres al conocer las nominaciones a los Goya de este año, para comentarlas, y me dijo que qué curiosa la nominación a canción original de una llamada Gloomy Sunday, cantada por la bella Lucía Jiménez en la película «La caja Novak», porque él conoca una canción de Billie Holiday que se llamaba igual. Evidentemente era la misma (158 versiones en Allmusic) y hoy han tenido que retirar su candidatura al Goya en el ridículo más increíble de la historia de la cinematografía española, ya que además han retirado otra canción de otra peli. Escuchemos al gran Costello:

¿De verdad ninguno de los académicos o votantes conocía alguna de las versiones de gente tan conocida como la del listado de arriba y pudo avisar de la metedura de pata que estaban cometiendo? ¿No eran tan listos, no eran ”el mundo de la cultura”, no eran intelectuales? ¿No se exige ningún papel, ningún registro, a la editora de una canción para presentarla a un premio? El Estado se incauta de parte de mi sueldo para pagar a todos los botarates de la Academia de Cine, y lo único que tienen que hacer en todo el año es ver las pelis españolas que se estrenan, ponerse de gambas a la gabardina hasta las trancas, y organizar los Goya. De sus tres cometidos solamente realizan bien el de comer gambas. Le propongo a Ángeles González-Sinde, presidenta de la Academia de Cine, o a quien organice los Goya, que tenga la decencia de irse a su casa, de dimitir, o mejor, que apunte a toda la junta directiva de su academia, a eso, a una academia, pero de alfabetización para adultos. Me sentiría mejor si el dinero que me roba el Estado lo gastara en educar a nuestros intelectuales.

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