Texto publicado en PopMadrid el 26 de abril de 2009
Tras un gótico paseo por los muros del Cementerio de la Almudena cortesía del gps, llegamos al Parque del Paraíso y aparcamos en la puerta, como debe ser. Acababan Suzy & Quattro en esos momentos, así que hicimos el obligatorio recorrido por los puestos de chapas, camisetas y discos (qué pena que no hubiera el típico artesano del alambre, que quería comprarme una bici de alambre), luego nos encaminamos al bar a por unas cervecitas, con un ojo en el teléfono a ver si llegaban más goles del idiota de Villa, y en eso empezaron los Zodiacs.
Con bastante frío, el estómago lleno de medianoches de Nocilla tras asistir al cumple de mis sobrinos, y una sola escucha a «3, 2, 1… Zodiacs», me costó entrar en el rollo del grupo, que tan bien se maneja en directo.
Poco a poco fue subiendo el tono del concierto, con algunas canciones sobresalientes, como No vuelvas más por aquí, y otras de aprobado raspado, como En Saturno, hasta que con Chica normal, grandísima, el concierto, hablando en términos ciclistas, rompió a sudar y cogió una buena velocidad… Hasta que un apagón de cinco minutos nos dejó helados a todos, y cuando volvió la luz ni el subidón de la frenética versión de Hangin’ on the Telephone -aunque me había puesto el Marca en el pecho- me hizo entrar en calor. Esperemos que en El Sol el próximo día 7 la etapa no sea tan accidentada y se pueda disfrutar al 100 % de Zodiacs.
Luego llegaron Wreckless Eric & Amy Rigby, ideales para ver en un pub irlandés, y que tenían buena pinta (las canciones, que no ellos), pero el cansancio pudo conmigo y me fui a casa a la cuarta canción.
Disco inesperado por quienes ya pensaban que La buena vida se habían extinguido y esperadísimo una vez salió la noticia de su salida, y mucho más cuando tras la retirada de Irantzu decidieron seguir sin cantante femenina pasando Mikel denitivamente al primer plano (no como sus demoníacos sosias que sí que buscaron a una sustituta), «Viaje por países pequeños» no defraudará ni a quienes se acerquen por primera vez a la exquisita música de los donostiarras ni a los muy cafeteros e irreductibles seguidores de la banda.
Ama pertenecen a esa estirpe de grupos tan de los tiempos de internet que desaparecen de repente, y uno se piensa que ya no van a volver, que tienen niños y cuatro por cuatros, que viven repartidos por varias ciudades y se ven tres días al año para cenar y que, por supuesto, no tienen que avisar a nadie de que ya no existen como grupo. Cuatro años después de «A un metro de mí» y siete tras el inolvidable «Ama» guadianamente vuelven al tocadiscos con «Exposición permanente», disco que contiene varias de las canciones más emocionantes del año 2009.
¿Quién pone el precio a un dvd? El otro día acepté voluntariamente una estafa de El Corte Inglés al pagar 30¬ por el dvd «A la diestra del cielo. Silvio, un cantaor rockero». Una semana antes casi me lo compro pero cuando la dependienta me dijo el precio le dije que no lo quería.